Maite Nosti pierde la mayoría de sus derechos como parlamentaria tras abandonar Vox
El Parlamento niega a Vox que el grupo mixto lleve el nombre del partido, como sí consintieron a Izquierda Unida la pasada legislatura.

La decisión de la parlamentaria foral Maite Nosti de abandonar la agrupación parlamentaria de Vox sin renunciar a su acta de parlamentaria la deja sin muchos de los derechos que tenía como parlamentaria electa hasta este miércoles pasado.
Su salida del partido y del grupo parlamentario que formaba con Emilio Jiménez también repercutirá en la marca de Vox, que pierde su nombre en el Parlamento foral. Jiménez pasa al grupo mixto y la Mesa del Parlamento no ha aprobado que lleve el nombre del partido.
La nueva parlamentaria no adscrita (Maite Nosti) mantendrá dicha condición durante el resto de la legislatura, sin que pueda integrarse en ningún Grupo o Agrupación Parlamentaria, salvo reincorporación en el de origen, si es de nuevo aceptada.
La Mesa y Junta de Portavoces han conocido este lunes el informe jurídico sobre la situación en la que se queda Nosti, que pierde todos los puestos y cargos que ocupaba en los distintos órganos parlamentarios, y únicamente ostentará el puesto en la Comisión de Universidad, Innovación y Transformación Digital.
Nosti seguirá cobrando del Parlamento por el ejercicio de su cargo como parlamentaria, pero queda excluida la posibilidad de cualquier asignación económica y, singularmente, de las que corresponden a los Grupos Parlamentarios en cuanto tales.
La parlamentaria no adscrita no tiene derecho a locales donde desarrollar sus tareas, sin perjuicio de lo que la Mesa estime oportuno disponer. Solo tiene derecho a que el Parlamento le suministre los medios materiales para ejercer sus funciones, en la forma que determine la Mesa. Tampoco contará con asistentes. Respecto a su participación en los debates del pleno, la no adscrita solo puede intervenir haciendo uso de la palabra en los procedimientos actuados respecto a las iniciativas que ella misma formule.
No obstante, el Reglamento reconoce a los no adscritos la posibilidad de explicar el voto por un tiempo máximo de 5 minutos en los debates en los que no hayan intervenido, previa autorización de la Presidencia.
Nosti sí que podrá formular proposiciones de Ley Foral, así como presentar enmiendas –tanto a la totalidad como al articulado– respecto a los proyectos de Ley Foral y a las proposiciones de Ley Foral instadas por otros parlamentarios o Grupos Parlamentarios. Solo podrá participar en los debates que ha propuesto ella.
Sobre las preguntas, era necesario que la Mesa determinase las preguntas orales ordinarias que la parlamentaria no adscrita pudiera sustanciar en las sesiones plenarias, una vez cubierto el cupo correspondiente a los diversos Grupos Parlamentarios. En atención al criterio proporcional planteado en el informe, se proponía que pudiera realizar una pregunta ordinaria cada 15 plenos de control. Sin embargo, la Mesa ha resuelto no darle opción a formular preguntas orales ordinarias en Pleno. Lo mismo ha ocurrido con las mociones e interpelaciones.
Nosti podrá solicitar comparecencias, pero el derecho a que tengan lugar solo es efectivo si la petición viene suscrita por otros parlamentarios hasta alcanzar una quinta parte de los miembros del Parlamento o de dos Grupos Parlamentarios que tengan tal representación.