POLÍTICA
Navarra no espera problemas para volver a la eurorregión tras la reunión con Aquitania
Los presidentes de Navarra y de Aquitania, Uxue Barkos y Alain Rousset, han mantenido hoy en el Palacio del Señorío de Bertiz un primer encuentro.
Los presidentes de Navarra y de Aquitania, Uxue Barkos y Alain Rousset, han mantenido hoy en el Palacio del Señorío de Bertiz un primer encuentro.
Se trata de la primera reunión entre ambas regiones desde el inicio de la nueva legislatura en la Comunidad Foral el pasado mes de julio y del tercer encuentro interinstitucional que Barkos celebra con los máximos mandatarios de comunidades vecinas, después de los celebrados el 25 de septiembre en Pamplona con el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el 2 de octubre en Tudela con el presidente de Aragón, Javier Lambás.
La reunión ha coincidido además con la decisión del Gobierno Foral de solicitar la reincorporación a la eurorregión Aquitania-Euskadi, de la que Navarra fue cofundadora en 1992 y socia hasta 2000.
Y ello con el fin de poner en marcha proyectos comunes que fomenten el desarrollo mutuo y el fortalecimiento de la cohesión económica, social y cultural de los tres territorios, contribuyendo así "a la creación de un gran espacio de cooperación que tenga un lugar significativo en Europa".
"No es un proceso breve", ha manifestado Uxue Barkos en una posterior rueda de prensa en la que ha afirmado que han encontrado en el presidente de Aquitania "la mejor de las acogidas".
Rousset, por su parte, tras abogar por la creación de una asociación de regiones europeas de más de nueve millones de habitantes, cuyo peso a escala europea "va a ser enorme", se ha referido a los proyectos que comparte con Navarra como los relativos a infraestructuras, tráfico o energías renovables, además de la promoción de los idiomas francés y castellano. "No puede ser que todo gire alrededor del idioma inglés", ha sostenido.
Barkos, que ha precisado que la próxima cita va a ser la semana próxima en Andorra, donde Aquitania va a coger el testigo de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, ha señalado que la reunión de hoy ha culminado con "una propuesta de trabajo".
La presidenta ha asegurado que la vuelta de Navarra a la eurorregión no supone "más que oportunidades", por lo que, a su entender, merece la pena la aportación económica de 500.000 euros anuales que habrá que desembolsar.
No obstante, ha advertido de que el proceso "es más largo" porque Navarra tendrá también que iniciar un procedimiento de conversaciones con el Gobierno del Estado. "Entiendo que no va a haber ningún problema", ha dicho sin embargo.
"No estamos hablando de días, sino de meses", ha comentado la presidenta, quien ha valorado el protagonismo "muy singular" de la eurorregión.
También el presidente Rousset ha alabado la decisión de Navarra de reintegrarse en la eurorregión, tras haber estado un tiempo "un poquito distanciados", y ha resaltado los proyectos que han compartido las dos regiones desde hace veinte años.
Según ha comentado, una de las prioridades es retirar de las carreteras la mayor parte del tránsito de camiones, que pasaría al ferrocarril; la promoción de los dos idiomas o el intercambio entre universidades.
Los proyectos relacionados con la salud, agroalimentación, energías renovables o automoción son otras de las materias en las que Navarra y Aquitania van a trabajar.