El Partido Socialista de Navarra sigue empeñado en su operación de blanqueo de sus irresponsables pactos. Después de haber pagado a Bildu su abstención en el Parlamento de Navarra para que María Chivite fuera presidenta, regalándoles la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, la Federación Navarra de Municipios y Concejos, de haberles desalojado de las presidencias de comisión en la Cámara y de entregar a Joseba Asirón la alcaldía de Pamplona, los socialistas pretenden justificar aquellos pactos en la necesidad que tiene UPN de conseguir apoyos en ayuntamientos como los de Estella, Valle de Egüés o Barañáin.
Como se recordará, el presidente de UPN, Javier Esparza, anunció una ruptura total de relaciones con el PSN-PSOE tras la moción de censura en Pamplona, cuando ya se habían iniciado en estos ayuntamientos procesos de negociación con los socialistas que ahora han quedado cancelados.
Los socialistas buscan seguir arrinconando a UPN, que necesita de los votos socialistas para sacar adelante los presupuestos de estas localidades, y hacer creer a la ciudadanía que la moción de censura de Pamplona estaba justificada y que la ruptura de relaciones de los regionalistas es una supuesta pataleta de Esparza.
Pero, ante esta tesitura, UPN se ha mantenido fuerte y ha anunciado que presentará sus presupuestos sin negociar con el PSN y que serán los socialistas los que los apoyen, o no. Y todo ello a pesar de los denodados esfuerzos de Chivite y Alzórriz por hacer flaquear en la estrategia política marcada por el partidos a las alcaldesas de Barañáin, Valle de Egüés y Estella.
Este martes Chivite decía que "Ellos sabrán lo que hacen. El Ayuntamiento de Estella, si no consigue tener nuevos Presupuestos tendrá los prorrogados del anterior año que son de EH Bildu y UPN votó en contra". Y este mismo miércoles, Alzórriz apuntaba que el PSN sí quiere negociar y que es UPN quien se niega.
Lo que no explica Alzórriz es por qué no han planteado todavía mociones de censura en Estella, Barañain o el Valle de Egüés a las alcaldías de UPN, para lo cual tendrían que servirse, al igual que en Pamplona, de los pactos con Bildu. Es esta una cuestión a la que en Pamplona no se han podido negar en pago a las investiduras de Sánchez y Chivite, pero que en estas localidades no se entendería.
En este sentido, el presidente de UPN, Javier Esparza ha dejado claro que “el PSN es un partido que se ha instalado en la mentira continua” y ha pedido a la presidenta que “en lugar de mirar tanto a UPN debiera explicar a sus votantes por qué les ha mentido reiteradamente y por qué ha entregado la alcaldía de Pamplona a EH Bildu, algo que el PSN dijo que no iba a hacer. Cuando mientes de forma tan descarada a tus propios votantes, ¿qué no harás con el resto de los ciudadanos?”, se ha preguntado.
Además, ha manifestado que “con este comportamiento lo único que quiere hacer Chivite es pasar página cuanto antes de la moción de censura de Pamplona y desviar la atención hacia otros asuntos”.
“Chivite ha demostrado que prefiere las políticas de los testaferros de ETA a las de un partido plenamente democrático como UPN y ha condenado a los vecinos de Pamplona al sectarismo y las imposiciones de la izquierda abertzale, que ni quieren ni votaron, ya que el compromiso del PSN era justo el contrario, por lo que no puede pretender mirar para otro lado”, ha señalado.
Y ha concluido que “los ciudadanos saben que Chivite hace esto no porque sea lo mejor para Pamplona, sino para pagar a EH Bildu el apoyo a Sánchez en Madrid y a ella misma en Navarra. Ha evidenciado que solo le preocupa el sillón de Pedro Sánchez en Madrid y el suyo en Navarra”.
