Sortu, la formación política heredera directa de Batasuna y que copa mayoritariamente la dirección de EH Bildu, a la sazón, socios de los socialistas María Chivite en Navarra y de Pedro Sánchez en Madrid, han rendido este sábado en Pamplona un homenaje multitudinario en Pamplona a los terroristas de ETA Jon Paredes 'Txiki' y Ángel Otaegi, fusilados hace 50 años por el franquismo.
Cabe recordar que 'Txiki' y Otaegui pertenecían a la banda terrorista y asesina ETA y que ellos fueron los responsables de los asesinatos de guardia civil Gregorio Posadas Zurrón en Guipúzcoa y, en Barcelona, del policía Ovidio Díaz. A pesar de lo cual, ha sido presentados como héroes, somo luchadores antifascistas.
El acto, celebrado en el pabellón Anaitasuna, ha reunido a más de 4.000 personas, según cifras de Sortu. Entre los asistentes figuraban el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y la portavoz en el Parlamento foral, Laura Aznal, que acompañaron un escenario presidido por un féretro adornado con las fotos de los etarras y flores a su memoria.
El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, ha afirmado que “criminalizar” a Txiki y Otaegi es “criminalizar la lucha antifascista” y supone “poner la alfombra roja a los franquistas”. Además, ha calificado a los fusilados como referentes de la “ruptura democrática”, asegurando que la sociedad vasca les debe haber mantenido “en pie” a Euskal Herria.
El discurso ha incluido reproches directos al PNV, PSE, PSN y Geroa Bai, a quienes acusan de colaborar con el “bloque reaccionario” siempre que han discrepado de Sortu y Bildu. También ha advertido que no permitirán que se reescriba la historia, defendiendo que “los terroristas fueron los franquistas, no los fusilados”, cuando todo el mundo sabe que fueron fusilados por terroritas, y no al revés.
El mitin proetarra ha concluido con los asistentes en pie entonando el himno 'Eusko gudariak', el himno extraoficial etarra, y en un ambiente de exaltación nacionalista, situando a los dos terroristas de ETA como símbolos de la llamada “lucha antifascista”.
Tras la celebración del execrable acto, Unión del Pueblo Navarro ha criticado el “silencio” de la presidenta Chivite ante el homenaje a los etarras. “Es un silencio cómplice que repugna porque está claro que obedece a una razón: necesita a EH Bildu para seguir en el poder, para pactar los presupuestos y para tapar la corrupción que le acorrala”.
Así, han reprochado a los socialistas que, “con la entrega de Pamplona a EH Bildu, están convirtiendo la ciudad en el santuario de veneración de los presos de ETA. Ni Pamplona, ni Navarra, ni las víctimas del terrorismo merecen esto”, han dicho.
Para UPN, lo vivido en el Pabellón Anaitasuna esta tarde “es una nueva exaltación de ETA, porque se les homenajea por ser miembros de un grupo terrorista y no hay cuestionamiento alguno de la actividad criminal llevada a cabo por la banda a la que pertenecieron”.
Los foralistas se han referido a las palabras del secretario general de Sortu en las que ha asegurado que criminalizar a los etarras Txiki y Otaegi es “criminalizar la lucha antifascista”. “Se quiere construir el relato de que ETA ha luchado contra el fascismo, mientras exaltan el repugnante fascismo que practicó esta banda aniquilando y exterminando a personas inocentes y a defensores de la democracia y la libertad. ETA no fue sinónimo de libertad sino una organización terrorista que causó décadas de dolor y sufrimiento”, señalan.
Desde la formación foralista han mostrado su “indignación”. “Estamos hartos de los continuos mensajes de apoyo a terroristas, de pancartas insultantes, de ataques a las víctimas de ETA, de participación de cargos de Bildu en actos proetarras y de homenajes a quienes perpetraron los más atroces crímenes y persecuciones”.
“Así es imposible construir ninguna convivencia real y sólida, basada en la condena del terrorismo y asentada en convicciones éticas y democráticas. En nuestro nombre, no”, han concluido.