• viernes, 29 de marzo de 2024
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POLÍTICA

El veredicto de Comptos: la Fundación Gizain no debería gestionar los servicios sociales

Antes de 2019 estos servicios los gestionaban en Navarra entidades privadas.

Tribunal de Camara de Comptos Reales. MIGUEL OSÉS 2
Tribunal de Camara de Comptos Reales. MIGUEL OSÉS / ARCHIVO

La Cámara de Comptos considera que la fundación "no es la figura jurídica más apropiada para gestionar servicios sociales" en el informe sobre la Fundación Navarra para la Gestión de Servicios Sociales Públicos (Gizain) que le solicitó el Parlamento Foral a instancias del grupo Navarra Suma.

Asimismo concluye que el análisis económico realizado para su creación debería de haber incluido una estimación del incremento salarial del personal subrogado y un análisis jurídico de las consecuencias de dicha subrogación.

La Fundación Gizain la creó el Gobierno Foral en enero de 2019 para gestionar los centros de servicios sociales, los de observación y acogida de menores en situación de desprotección, el Servicio de valoración de familias de urgencia y el Centro de Día de Justicia Juvenil.

La gestión de dichos servicios estaba hasta entonces en manos de diversas entidades privadas, cuyo personal quedó subrogado con sus condiciones retributivas, recuerda Comptos, que añade que en 2020 se les equipararon las retribuciones y en 2021 la fundación aprobó un convenio colectivo propio.

El pasado mayo, el departamento de Derechos Sociales encargó a la fundación el proyecto AUNA, surgido en el marco del Plan de Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.

Su objetivo es favorecer “la activación y acceso al empleo de personas que necesitan apoyos complejos” y para ello, según explica, realiza una gestión integrada de prestaciones con unidades de tramitación en varias localidades; hace un acompañamiento integral individualizado con apoyos sociales y activación de empleo; y pone en marcha itinerarios especializados de búsqueda activa de empleo que conectan oferta y demanda. El proyecto está dotado con tres millones.

Las cuentas de la fundación están auditadas desde 2019, con opinión favorable y desde su creación hasta la redacción de este informe, el gasto de la Administración Foral en la fundación suma 9,3 millones.

El año pasado tenía 75 empleados que atendieron a 1.507 usuarios y para el proyecto AUNA ha contratado a otras 56 personas.

El gasto de la fundación es mayor que el derivado de los contratos con empresas externas por las mejoras retributivas derivadas del convenio propio, según el órgano fiscalizador, que precisa que, en concreto, el gasto en los centros de servicios sociales es un 12 % superior.

En cuanto a los centros de orientación y acogida (que incluyen los servicios de familias de urgencia), el gasto aumentó un 16 %.

Comptos puntualiza que si bien existen estas diferencias, si se hubiera seguido con la gestión privada su coste hubiese aumentado notablemente al tener que aplicar el convenio de Navarra y en este sentido señala que, de hecho, la diferencia retributiva entre el convenio de la fundación y el sectorial de Navarra es de un 3,4 % a favor de la fundación.

Por todo ello recomienda que los departamentos correspondientes del Gobierno realicen un control de eficacia sobre el cumplimiento de objetivos y de sostenibilidad financiera de este tipo de entidades.


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