La espléndida corrida de Jandilla de este martes en la Feria del Toro de Pamplona ha terminado con sabor amargo tras la grave cogida sufrida por Andrés Roca Rey, uno de los toreros más queridos y esperados por la afición taurina de Navarra.
El sexto toro de la tarde, bautizado Gabriela, ha embestido contra el diestro peruano cuando ha entrado a matar tras una faena que le ha merecido una oreja. Unida a la que ha cortado al primero de su lote, le ha permitido abrir la puerta grande, al igual que a Cayetano, aunque no ha podido disfrutarla.
Roca Rey ha sido auxiliado por su cuadrilla en la arena que lo ha trasladado en volandas a la enfermería del coso pamplonés. El diestro ha permanecido en todo momento consciente e incluso ha podido dar algunos pasos mientras se dolía en el muslo.
Los servicios sanitarios han precisado que el torero presenta un varetazo abdominal, con ecografía normal, y una herida por asta de 15 centímetros en la cara interna del muslo izquierdo,por lo que ha tenido que ser intervenido en el quirófano.
OPERADO CON ANESTESIA GENERAL
El torero ha sido intervenido bajo anestesia general, según ha informado el doctor Ángel M. Hidalgo, cirujano jefe de la Plaza de Toros de Pamplona y su pronóstico es reservado.
La herida presentaba dos trayectorias, "una en profundidad que diseca músculo recto interno y aductor mayor con contusión del adductor mediano de 10 cm de profundidad y otra de 10 cm en dirección distal". Presentaba también varetazo y contusión abdominal. Ha sido intervenido por los doctores Hidalgo, Oteiza-Menéndez y De Carlos.
"PAMPLONA ES UNA CIUDAD ESPECIAL"
Minutos antes del inicio de la corrida, el joven diestro ha señalado sus sensaciones previas ante los micrófonos del canal Toros de Movistar Plus, con la ilusión latente. "Estoy contento de haber podido llegar aquí tras el percance de Badajoz", ha recordado, haciendo mención a la cogida que sufrió en la Feria del San Juan.
Asimismo, destacado que llegaba a Pamplona "con muchas ganas de torear y pasarlo bien". Sobre el ambiente, ha subrayado que "es bonito" porque "es una ciudad especial para la tauromaquia, donde los toros se viven de forma diferente". Y ahí la afición tiene un papel crucial: "Crea un ambiente peculiar".