La eucaristía celebrada en la explanada del castillo de Javier ante miles de peregrinos ha puesto fin este domingo a la primera Javierada del 2019, en la que el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, ha animado a vivir la Cuaresma con oración, ayuno y limosna.
En una mañana soleada en Javier, miles de peregrinos han participado a primera hora en el tradicional Viacrucis desde Sangüesa hasta el castillo de Javier, localidad natal de San Francisco Javier, patrón de Navarra.
Francisco Pérez ha afirmado en su homilía que "ser misionero está en el corazón mismo de la fe de cada bautizado". Pronunciada este domingo en Javier, ha destacado que estas peregrinaciones "son una llamada permanente a vivir el evangelio y a sentirnos misioneros en el mundo de hoy, como lo fue san Francisco Javier".
Así, ha explicado que el lema de las Javieradas de este año, "Enviados", se ha elegido con motivo de la celebración del próximo Mes Misionero Extraordinario, convocado por el papa Francisco para el mes de octubre del 2019. "Con él, el Santo Padre quiere despertar la conciencia de la misión ad gentes y retomar con nuevo impulso la responsabilidad de proclamar la buena noticia del evangelio a todas las personas", ha subrayado.
El arzobispo de Pamplona ha afirmado que "ser misionero está en el corazón mismo de la fe de cada bautizado", si bien ha precisado que "para sentirnos así, cada uno de nosotros tenemos que entrar en el camino del evangelio que lo renueva todo, lo recalifica todo, lo reestructura todo". Por ello, ha llamado a "cultivar el encuentro con Cristo; sólo así la evangelización encontrará la verdad, la fuerza y la convicción que necesita".
"El mundo se mejora comenzando por nosotros mismos, cambiando con la gracia de Dios, lo que no está bien en nuestra propia vida", ha continuado Francisco Pérez, citando al papa Benedicto XVI. "El combate lo vamos a tener siempre y ha de ser bien orientado para vencer. No huyamos de él, puesto que quien huye, además de vivir cobardemente, se hace un pacto con las debilidades y con la mediocridad", ha remarcado.
ORACIÓN, AYUNO Y LIMOSNA
El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela ha apelado a afrontar este tiempo de cuaresma desde la oración, el ayuno y la limosna. "Tres modos de vivir para sanar las comodidades y apetencias del egoísmo", ha destacado.
Por un lado, ha señalado que la oración "es el primer requisito de todo camino hacia el recorrido del corazón, hacia la santidad", que, además, "nos ayuda a renunciar a la idolatría y a la autosuficiencia de nuestro yo". "No olvidemos que la vida cristiana, si no se sustenta en la oración y en la cercanía a los sacramentos, de modo especial la eucaristía y la confesión, se convierte en una falacia", ha resaltado.
Por otra parte, ha indicado que el ayuno "nos priva de nuestras apetencias egoístas, nos fortalece para saber sufrir por amor, nos hace mirar las realidades materiales por lo que son y no por lo que nos comunican los intereses creados. Nos ayuda a tener el corazón en su lugar sagrado, y no fuera de él, como si estuviera al borde del precipicio".
Finalmente, ha recalcado que la limosna "no es simplemente una forma de solidaridad, sino la expresión de un amor que nos hace ver en el hermano la imagen nítida de Jesucristo". "La idolatría más sutil es la de la falta de fraternidad, quien tienta a Dios es porque sólo piensa en sí mismo y nada más", ha manifestado.
UNOS 9.000 PEREGRINOS
En cuanto a las cifras de esta primera Javierada, unas 9.000 personas han participado en esta peregrinación, según los cálculos de la Policía Foral, que ha contabilizado una afluencia de 35 autobuses y 1.800 turismos. Sobre los asistentes este domingo a Javier, el cuerpo policial autonómico ha cifrado en 7.600 los peregrinos y ha contabilizado 56 autobuses y 1.200 turismos.
Cruz Roja ha realizado en esta Javierada un total de 606 atenciones, 55 más que en la peregrinación del año pasado, mientras que la DYA ha prestado 150 atenciones, según han informado ambas organizaciones.