Un año más, y ya van 17, vecinos, familiares y representantes políticos de Navarra han acudido a Berriozar para rendir un sentido y emotivo homenaje a Francisco Casanova, el subteniente del Ejército de Tierra que fue asesinado por la banda terrorista ETA tal día como hoy en el año 2000.
Como cada jornada, el acto ha dado comienzo con una misa en la parroquia de San Esteban de la localidad y tras su celebración, una hora aproximadamente más tarde, se ha realizado una ofrenda floral en el monumento de la Puerta de la Libertad, el monolito que recuerda a las víctimas del terrorismo.
Además, como ya es tradición, tras el homenaje que congrega a muchos vecinos de la localidad se ha celebrado el XVI Encuentro de Jotas Francisco Casanova en la Plaza del Sol.
Al acto, organizado por el colectivo "Vecinos de Paz", han acudido la viuda, Rosalía Saiz-Aja, y los hijos, Javier y Laura, de Francisco Casanova, cuya faceta de jotero es también todos los años recordada con un recital de jotas al término de la ofrenda floral.
También han acudido representantes de UPN, PPN, PSN y Geroa Bai, el expresidente del Gobierno foral, Miguel Sanz, así como mandos del Ejército, la Guardia Civil y la Policía foral.
Asimismo, aunque no exenta de polémica la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, junto al director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno de Navarra, también han estado presentes. A ambos se ha referido en su discurso la portavoz de la asociación 'Vecinos de Paz', Maribel Vals, ya que, al parecer, no estaban invitados a este acto.
Además, para todos los políticos ha tenido Vals un mensaje, el de "estar unidos en no dar beneficio alguno a quienes asesinaron, secuestraron, extorsionaron, chantajearon; a quienes quisieron doblegar mediante el terror al Estado de Derecho que nos habíamos dado", ya que "no hay nada que agradecerles porque no maten".
"Os pedimos -ha añadido- que no superpongáis un sillón a la dignidad y al bien común", y que "estéis unidos para enfrentaros a las ideas y a hechos totalitarios por los que nació la ETA, los que se están llevando a cabo hoy en día desde las instituciones".
También ha tenido palabras de cariño para la mujer e hijos del militar asesinado, quien "no murió en vano, sino que, con aquel horrible hecho, dio dignidad a este pueblo", ya que su muerte propició que los vecinos de Berriozar "salieran a la calle para gritar a ETA y a sus cómplices que no nos íbamos a callar".
Francisco Casanova fue asesinado pocos minutos después de las tres de la tarde del 9 de agosto de 2000.
El subteniente fue tiroteado a bocajarro en cuatro ocasiones en la cabeza por un pistolero de ETA cuando se disponía a detener su coche en la puerta de entrada del garaje de su domicilio en la localidad navarra.
Casanova tenía 46 años, estaba casado y tenía dos hijos.