SALUD
Las 12 recomendaciones que podrían prevenir el 50% de los casos de cáncer
En Navarra se diagnostican cerca de 3.400 cánceres al año y, según la OMS, entre el 30 y 50% son evitables.
En Navarra se diagnostican cerca de 3.400 cánceres al año y, según la OMS, entre el 30 y 50% son evitables.
¿Has pensado alguna vez qué ha pasado en los últimos años para que el cáncer se haya convertido en uno de los principales problemas médicos de Occidente? ¿Es, como muchos creen, una enfermedad moderna?
Desde Navarra.com te traemos las doce recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la reducción de casos, un resumen breve sobre el origen de esta enfermedad o su explicación etimológica, entre otras cuestiones, para ayudarte a comprender mejor la enfermedad.
En la Comunidad Foral, cada año se detectan cerca de 4.000 nuevos casos y fallecen algo más de 1.500 personas y se estima que entre el 30 y el 50% son evitables.
1. No fumar ni consumir ningún tipo de tabaco
2. Apoyar espacios sin humo
3. Mantener un peso saludable
4. Hacer ejercicio a diario. Limitar el tiempo que se pasa sentado o sentada.
5. Comer saludablemente
6. Limitar o evitar el consumo de alcohol
7. Evitar una exposición excesiva al sol
8. Protegerse de agentes cancerígenos en el trabajo
9. Protegerse de altos niveles naturales de radón
10. Amamantar al bebé. Limitar el tratamiento hormonal en la menopausia
11. Vacunar contra hepatitis B y papiloma en la infancia
12. Participar en programas organizados de cribado del cáncer
En los últimos años, los descubrimientos científicos en este área han avanzado mucho gracias a las excavaciones y el análisis de huesos milenarios. En el aspecto humano, existe constancia de restos óseos del año 1.200 A.C. en el antiguo Egipto, algo que pone en duda la teoría de que el cáncer depende exclusivamente de factores ambientales y del estilo de vida.
Además, en un papiro atribuido a un físico egipcio se describen hasta ocho casos de cáncer de mama, aunque la misma fuente revela que no se disponía de tratamiento eficaz para curar la enfermedad.
A miles de kilómetros de distancia, en Sudáfrica, hace apenas cinco años, un equipo investigador descubrió restos óseos infantiles cerca de 2 millones de años de antigüedad con evidencias de padecer cáncer de hueso. Una de las conclusiones más llamativas para los científicos fue que no existían variaciones entre las características del cáncer hallado y uno actual.
El descubrimiento rompió, al menos en parte con las explicaciones que se tenían de los orígenes de la enfermedad. "El punto clave es que la noción de que el cáncer es un gran problema continuo en el mundo desarrollado. Incluso si llevamos estilos de vida muy saludables y perfectos, aún tenemos la capacidad de padecer cáncer”, explicó uno de los investigadores a la CNN. Aunque obviamente, los buenos hábitos reducen en un importante número los casos.
También existen hallazgos de cáncer de hueso en animales marinos extinguidos hace millones de años.
Sin embargo, el término que tanto se ha extendido en el vocabulario de la sociedad occidental, se atribuye a Hipócrates (460–370 a.C). Conocido como padre de la medicina, fue el primero en describir el tumor con los términos carcinos y carcinoma, que en griego hacen referencia a "cangrejo". De ahí nació el uso de la palabra "cáncer" (en latín) para referirse a esta enfermedad.
Varios siglos después, en el I después de Cristo, Galeno, un médico griego escribió una obra dedicada en exclusiva a los tumores. El autor distinguía entre el cáncer maligno, karkinos, y los tumores en general, onkoi, de donde derivó el prefijo “onco”. Por eso, hoy en día, los médicos que se dedican a esta especialidad se denominan oncólogos.
¿Entonces, quiere decir que el estilo de vida es indiferente? La realidad no es tan sencilla. A finales del siglo XVIII, el cirujano inglés Percivall Pott a través de la observación de diferentes tendencias, observó una alta incidencia de cáncer de escroto entre los deshollinadores, proponiendo que el hollín era la causa.
El trabajo de Pott consiguió limitar el empleo de menores como deshollinadores. Sería dos siglos más tarde cuando se identificó el compuesto responsable, el benzopireno, presente en el humo y el hollín.
En 1858, Rudolf Virchow, científico alemán, propuso la teoría celular, a partir de la cual aseguraba que el origen del cáncer se encontraba en las propias células. Sin embargo, sus intuiciones no fueron perfectas y erró al creer que se desarrollaba en el cuerpo a través de un líquido.
Tuvo que ser otro alemán, Karl Thiersch, el que demostrará en 1865 lo que hoy en día entendemos por metástasis, es decir, la división incontrolada de las células cancerosas.
Lejos de las técnicas y conocimientos disponibles en el siglo XII, esta operación consistía en extirpar no solo la parte visualmente afectada por el tumor, sino también grandes partes del pecho o la axila. Este tratamiento provocaba importantes mutilaciones y fue aplicado al 90% de las mujeres que fueron tratadas en Estados Unidos por cáncer de mama entre 1895 y la década de los 70.
En 1958, el Instituto Nacional contra el Cáncer de los Estados Unidos (NCI) curó el primer tumor sólido con quimioterapia.
Sin embargo, no fue hasta 1953 con la creación de una máquina que permite emitir radiación cuando se comenzaron a perfeccionar estos tratamientos.
A finales de siglo, también se descubrió la existencia de genes que pueden suprimir tumores. El hallazgo fue de Stephen Friend. Los genes Rb se encuentran en las células normales y si uno de ellos se borra o muta, aumenta la probabilidad de que se produzca un tumor.
Precisamente, la Clínica Universidad de Navarra (CUN) y el CIMA trabajan desde hace tiempo en proyectos que ayuden a acelerar el desarrollo de este tipo de terapias.