El Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) participa en un estudio nacional que consigue preservar la memoria de los pacientes con cáncer de pulmón tratados con radioterapia cerebral.
Los pacientes con cáncer de pulmón de células pequeñas se tienen que someter a radioterapia craneal como medida de prevención contra las metástasis cerebrales, que se desarrollan en la mitad de los pacientes durante el curso de su enfermedad. Esta medida tiene efectos negativos en la memoria de los enfermos, que se ve afectada en casi el 70% de los casos, y es el principal motivo de rechazo del tratamiento.
El estudio en el que participa el CHN está liderado por el Hospital del Mar de Barcelona y se desarrolla en doce centros más. Este trabajo demuestra por primera vez que proteger la región cerebral del hipocampo puede evitar esta consecuencia del tratamiento.
El ensayo clínico se ha promovido desde el Grupo de Investigación Clínica en Oncología Radioterápica (GICOR), en colaboración con el Grupo Oncológico Español Cáncer de Pulmón de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (GOECP-SEOR).
El estudio está liderado en Navarra por Mikel Rico Osés, oncólogo radioterápico, con la colaboración de Enrique Martínez López jefe del Servicio de Oncología Radioterápica y Laura Bragado Álvarez, facultativa del Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica, los tres del Complejo Hospitalario de Navarra. Además, participan Margarita Illas Pérez-Mosso, data-manager de Navarrabiomed-FMS y Nuria Rodríguez de Dios, médica adjunta del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital del Mar.
150 PACIENTES RECLUTADOS
Se trata de un estudio fase III que ha reclutado a 150 pacientes con cáncer de pulmón de células pequeñas sin metástasis cerebrales; 15 de ellos han sido incluidos en el estudio en Navarra a través del equipo de Oncología Radioterápica del CHN y de la Plataforma de Ensayos Clínicos de Navarrabiomed - Fundación Miguel Servet.
El hipocampo es una pequeña zona situada en la región central del cerebro vinculada, entre otras funciones, a la memoria y al aprendizaje. Estudios anteriores con pacientes con metástasis cerebrales de diferentes tumores primarios, ya habían indicado el beneficio de proteger esta área. Sin embargo, hasta ahora, no se había comprobado en pacientes con cáncer de pulmón de células pequeñas, tratados de forma preventiva para evitar la expansión del tumor al cerebro.
El estudio también ha analizado su impacto sobre la calidad de vida de los pacientes, los efectos secundarios, la incidencia de metástasis cerebral, la supervivencia y los cambios en el volumen del hipocampo. Todo ello ha sido posible gracias a la colaboración de los servicios de Radiología de los centros implicados.
Asimismo, se ha realizado un seguimiento a los pacientes durante dos años, en los cuales se les ha sometido a diversas pruebas, como resonancias magnéticas para ver la evolución de la dimensión del hipocampo y test de memoria. Los resultados indican que en el grupo al cual se ha protegido el hipocampo, no solo se conserva la memoria al cabo de 3 meses, sino que se mantiene incluso dos años después de recibir la radiación.
Además, las imágenes del cerebro demuestran que en los casos en los cuales se irradia todo el cráneo el hipocampo se atrofia. En lo que respecta al resto de aspectos analizados, ha quedado demostrado que no hay diferencias en supervivencia con los enfermos que recibieron radioterapia en todo el cerebro. A la vez, se confirma que la incidencia de metástasis en el hipocampo es muy baja.
CAMBIO EN LA PRÁCTICA CLÍNICA
Mikel Rico se muestra entusiasmado con los resultados obtenidos y la trascendencia clínica que conllevan. "El ensayo nos ha permitido confirmar que este tipo de tratamiento es seguro y permite preservar la memoria de los pacientes y de esta manera mantener su calidad de vida. Por ello, la protección de los hipocampos se va a incorporar a los protocolos clínicos próximamente", señala.
La protección de esta área del cerebro solo es posible en centros, como el CHN, que cuenten con equipamiento avanzado que permiten modular el alcance y la dosis de la radiación que se emite en cada zona. Además, requerirá necesariamente una mayor dedicación del equipo médico y radiofísico.
Este trabajo fue reconocido en el mes de junio como la mejor presentación oral en el XX Congreso de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) y ha sido seleccionado para su presentación en el Congreso de la American Society of Radiation Oncology's (ASTRO) este mes de septiembre en Chicago.
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