SOCIEDAD
Gran ayuda para la inserción laboral: el 42% de asistentes del programa de Cruz Roja Navarra tiene empleo
De las 935 personas que han participado en este programa, 311 han conseguido empleo y 196 formación y capacitación
De las 935 personas que han participado en este programa, 311 han conseguido empleo y 196 formación y capacitación
El 42% de los participantes del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social (POISES) han logrado conseguir un empleo según ha dado a conocer este miércoles Maite Iriso, directora del Plan de Empleo de Cruz Roja Navarra.
De las 935 personas que han participado en este programa, 311 han conseguido empleo y 196 formación y capacitación para desarrollar diferentes actividades laborales. El 74% de los participantes fueron mujeres.
Un total de 912 empresas han colaborado con el programa POISES para de esta forma establecer 1.523 alianzas para mejorar la situación laboral de personas especialmente vulnerables con el empleo.
Así lo ha indicado Iriso en un acto de presentación de los resultados del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social durante el período 2016-2018 en el que han participado 28 voluntarios del equipo POISES en Navarra.
Iriso ha comentado que el programa POISES tiene como objetivo “desarrollar las competencias y habilidades” de las personas para que logren insertarse en la sociedad laboral y lograr así una vida en sociedad.
Los grupos sociales a los que se ha dirigido este programa han sido las personas desempleadas de larga duración, las personas mayores de 45 años, las mujeres alejadas del mercado laboral y las personas en riesgo de una exclusión social, ya que como ha dicho Iriso, estos son los colectivos “más vulnerables”.
Durante este último período, los voluntarios de Cruz Roja han tratado de “romper estereotipos”, que muchas personas tienen a la hora de tratar de acceder al mercado laboral. “Apoyar, acompañar y motivar” a las personas en esa búsqueda de empleo es otro de los retos de las personas voluntarias.
Las personas participantes han podido crear un “vínculo de confianza” con los voluntarios que les han permitido “ir de la mano” y elaborar de esta manera un plan individual porque “cada persona tiene unas necesidades distintas”.
Iriso ha señalado que el gran reto que han superado es “haber conseguido una mayor implicación de las empresas en la inclusión sociolaboral de las personas con más dificultades” además de lograr que personas que “venían con expectativas laborales bajas”, logren salir “renovadas” y algunas de ellas con empleo.