La Guardia Civil ha interceptado a dos conductores que se dirigían en coche a un curso de sensibilización y reeducación vial, a pesar de no tener permiso de conducción. Los agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) descubrieron que ambos hombres estaban acudiendo al centro autorizado por la Dirección General de Tráfico (DGT) para recuperar el carné. Sin embargo, ninguno de los dos podía conducir legalmente, según ha confirmado 20 minutos.
Uno de ellos, de 33 años, había perdido todos los puntos del permiso. El otro, de 49 años, tenía el carné retirado por una sentencia judicial. A pesar de estas circunstancias, ambos se pusieron al volante para asistir a la formación, lo que agravó su situación.
Ambos están siendo investigados como presuntos autores de un delito contra la seguridad vial. En concreto, por un delito recogido en el artículo 384 del Código Penal. Este artículo castiga a quienes conducen un vehículo a motor después de haber perdido la vigencia del permiso, ya sea por una resolución judicial o por haber agotado el saldo de puntos. Los hechos han tenido lugar en Huesca.
La ley establece tres posibles penas para este tipo de delito: prisión de tres a seis meses, multa económica de doce a veinticuatro meses o trabajos en beneficio de la comunidad durante un periodo de entre 31 y 90 días.
Según la DGT, muchas personas pierden su permiso de conducir por infracciones que son comunes pero graves. Las más habituales son el uso del teléfono móvil mientras se conduce, circular bajo los efectos del alcohol o las drogas, no utilizar el cinturón de seguridad, superar los límites de velocidad, no respetar los semáforos en rojo o conducir de forma temeraria. Todas ellas restan varios puntos del carné y, si se repiten con frecuencia, pueden llevar a su retirada total.
