El equipo del colegio bilingüe Miravalles-El Redín, integrado por alumnos de 2º ESO y único representante navarro, se alzó con la victoria en la carrera de coches eléctricos celebrada esta semana en el circuito de Los Arcos. En este campeonato, organizado por Greenpower Iberia, participaron 13 equipos de diferentes comunidades autónomas.
El ambiente del circuito navarro podía parecer similar al de cualquier competición automovilística: la tensión de los pilotos, los nervios de los mecánicos con la última puesta a punto de los vehículos… Pero el campeonato Greenpower tiene una particularidad esencial: tanto los pilotos como los mecánicos son estudiantes, y ellos mismos se han encargado de construir los coches con un kit básico que aporta Greenpower Iberia, miembro de la red internacional Greenpower.
Esta asociación pretende «fomentar la movilidad sostenible y las habilidades STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) entre jóvenes de 9 a 25 años, logrando el diseño y la construcción de sus propios coches eléctricos, con los que compiten durante el año académico».
Al llegar al circuito de Los Arcos, el equipo del colegio Miravalles-El Redín de Pamplona realizó una revisión técnica del vehículo. Después, tuvo lugar la sesión de pruebas, que permitió calibrar el funcionamiento real de coche en pista. La sesión de pruebas fue la ocasión propicia para valorar las mejoras introducidas después de la última competición, que se celebró en Bilbao el pasado marzo, y donde el coche eléctrico de Miravalles-El Redín alcanzó la tercera posición. Las expectativas, después de las pruebas satisfactorias, eran realmente prometedoras.
El coche de Miravalles-El Redín arrancó desde la segunda fila de la parrilla de salida, una buena posición. Pero al poco tiempo de empezar, en la primera cuesta, los alumnos navarros fueron adelantados hasta quedar relegados al sexto lugar, posición que mantendrían durante la primera mitad de la carrera. A partir de entonces, y después de varios cambios de piloto, Miravalles-El Redín fue escalando puestos en la clasificación, especialmente gracias a la consistencia y fiabilidad de su vehículo.
A falta de treinta minutos para el final de la carrera, el equipo navarro alcanzó la segunda posición. Un cuarto de hora después, se puso en cabeza, puesto que no abandonó hasta el final: 18 vueltas completas al circuito en 90 minutos, unas cifras que coronaban al equipo navarro como campeón de la prueba, y que le hicieron merecedor del trofeo de campeones que se entregó al término de la carrera.
La competición Greenpower se disputa en dos categorías: Fórmula 24 (con participantes de 11 a 16 años) y Fórmula 24+ (16-25 años). En este circuito “no gana el más rápido, sino el que conduce de manera más eficiente, energética y sostenible”, el que más vueltas da al recorrido durante el tiempo que dura la prueba. La combinación de motor eléctrico y baterías es idéntica para todos los equipos, que tienen la posibilidad de variar el diseño de la carrocería del coche o de introducir aspectos mecánicos y eléctricos que mejoren su rendimiento.
Pero la competición Greenpower es también una carrera más de fondo que de velocidad por una cuestión esencial: durante todo este año, semana a semana, el grupo de alumnos de 2º ESO del colegio Miravalles-El Redín que ha conseguido el primer puesto en la carrera ha estado formándose y preparando su prototipo en la actividad extraescolar “Greenpower”, con el profesor Alejandro Aguiló a la cabeza.
Según nos explica este profesor, “el proyecto Greenpower es una iniciativa completísima: ayuda a concienciar a los alumnos sobre este preocupante problema, a la vez que les forma en habilidades STEM, y fomenta competencias esenciales como la creatividad y el trabajo en equipo, todo ello desarrollado de una manera atractiva, tremendamente lúdica y pedagógicamente muy innovadora.
“Estamos felices. Íbamos con muchas ganas de poner a prueba las mejoras realizadas desde la última carrera y habíamos fijado el listón bastante alto después del tercer puesto en Bilbao, pero hemos conseguido superarlo”, declaraba Aguiló. Y este era el sentir general del equipo navarro, sentir que quedaba perfectamente explicado con las palabras de Ignacio Hermida, uno de los alumnos que compitieron en la prueba: “Ha sido una experiencia inolvidable por partida doble: conseguir el primer puesto y ganar en casa siendo el único equipo navarro participante. No se puede pedir más”.
