La Iglesia Navarra ha dado un paso al frente para acompañar a las mujeres víctimas de trata de seres humanos con la puesta en marcha de un piso de acogida en la Comunidad Foral. Esta iniciativa, enmarcada en el Año Jubilar de la Esperanza, busca ofrecer un refugio seguro a mujeres y niños que han sufrido explotación sexual o laboral, en condiciones que el Arzobispado describe como auténtica esclavitud.
El proyecto fue anunciado por el arzobispo de Pamplona, Florencio Roselló, el pasado mes de diciembre, como un signo diocesano de compromiso social. Su objetivo es proporcionar un espacio de acogida y acompañamiento donde estas mujeres puedan rehacer sus vidas tras haber sido captadas en sus países de origen y explotadas a su llegada a España.
Desde el Arzobispado explican que se trata de crear un entorno familiar y de confianza, en el que se combinen formación, fe, momentos de ocio y escucha personalizada. Además, se fomentarán valores como la templanza en el conflicto, el diálogo y la valoración de logros personales.
La puesta en marcha del piso de acogida requiere apoyo económico de los fieles, por lo que la colecta de todas las iglesias de Navarra, prevista para el 17 y 18 de mayo, se destinará íntegramente a sufragar este proyecto. También se han habilitado otras vías de colaboración, como Bizum (número 11927, concepto TRATA) y transferencia bancaria en Caja Rural (ES58 3008 0206 1654 0171 4422). Al ser un donativo, podrá desgravarse en la declaración de la renta.
La iniciativa está vinculada al trabajo de la Delegación de Trata, creada en septiembre de 2024 por el propio Roselló, con la misión de sensibilizar, visibilizar y coordinar la atención a las víctimas en la Iglesia y en la sociedad navarra.
La trata de personas, ya sea con fines de explotación sexual, laboral, matrimonio forzoso o mendicidad, es uno de los negocios ilícitos más rentables del mundo, junto al narcotráfico y el tráfico de armas. A pesar de su gravedad, sigue siendo una realidad invisible y desconocida para gran parte de la sociedad, también en Navarra.
Así lo advierte Katya Palafox, delegada de Trata en la Vicaría de Pastoral Social y Promoción Humana, quien subraya que la trata implica siempre coacción, abuso de poder y explotación. Las víctimas proceden en su mayoría de Latinoamérica (especialmente Colombia y Venezuela), aunque también hay mujeres africanas, rumanas y españolas afectadas por esta lacra.
En Navarra, el último informe oficial, fechado en 2021, contabilizó 148 mujeres en situación de trata. Un dato que, según los impulsores de este proyecto, evidencia la urgencia de actuar y ofrecer alternativas reales de acogida y dignidad.