El próximo sábado 3 de julio a las 10 de la mañana en la campa junto a los cines de Estella, tres jóvenes estudiantes, Guillermo Lardiés López (26), Andrés Araiz Vega (24) y Ángel Albeniz Marquínez (25), tratarán de cumplir su sueño intentando, por segunda vez, soltar un globo sonda hacia la estratosfera con un paracaídas y dos cámaras que graben el viaje en 360º durante varias horas.
La idea surgió un mes antes del Covid-19 mientras tomaban algo en el bar “El Norte” de Estella. Guillermo Lardiés, que desde hace años es seguidor de la fotografía aérea y cuenta con un dron para grabar vídeos de viaje, había estado viendo en YouTube piezas en las que se hacía este experimento con las clásicas GoPro.
Con “un par de copas de más” y teniendo en cuenta que los tres han estudiado temas relacionados con las telecomunicaciones y la tecnología, les comentó la idea de lanzar un globo con una cámara de 360º que pudiese grabar todos los ángulos y diese al espectador la posibilidad de elegir qué ver. Esa misma noche, la gran idea sumada a los chupitos extra les hizo ir pidiendo opinión y financiación a todos los conocidos que se encontraron sabiendo lo dispendioso del proyecto.
Días después empezaron a investigar y, tras un mes de trabajo en el que averiguaron qué materiales necesitaban y su presupuesto, llegó el confinamiento. “Estar encerrados nos frenó. De hecho, habíamos calculado lanzar el globo en otoño de 2020. Eso sí, también nos dio tiempo para elaborar mejor el proyecto y fue todo un salvavidas para esas semanas de aburrimiento en casa”, comentan en relación al mes de marzo.
FINANCIACIÓN
Una vez hicieron cálculos, llegaron a la conclusión de que necesitarían mínimo 1.000 euros para completar el proyecto. El primer paso fue contactar con la Asociación de Divulgación Científica y Tecnológica de Estella-Lizarra (Dictel), y esta, a pesar de apoyar el proyecto, les redireccionó al Ayuntamiento de Estella. “Nos dijeron que el gobierno financiaba proyectos juveniles con hasta mil euros y las plazas no solían completarse, así que probamos suerte”, confiesan.
Hablaron con el pleno Juvenil y, además de agradecerles la iniciativa, les concedieron la subvención máxima con un pago por adelantado del 80%. Teniendo en cuenta que el presupuesto total gira en torno a los 1.100 euros, esto, sumado al acto de caridad de quienes acudieron el pasado 12 de junio a un primer intento fallido, les dio el respaldo económico suficiente para hacerse con dos globos más.
COMPONENTES Y PROGRAMACIÓN
El globo de helio tiene una caja aislante debajo donde van las dos cámaras, las baterías y la electrónica necesaria para el seguimiento. La cámara importante que graba en 360º y tiene un valor de 350 euros va enganchada a un tubo de fibra de carbono y cuenta con un paracaídas encima. La idea es que el globo, una vez llegue a una altura de 35 kilómetros, explote. A partir de ahí, en función del día, se tendrán que preparar para acudir a un lugar u otro en esas pocas horas que tardará la cámara en aterrizar y rescatarla.
Debido a las precipitaciones, la nubosidad o la lluvia, el lanzamiento se ha pospuesto al primer fin de semana de julio, ya que las nubes mojarían el globo y la humedad lo haría explotar antes de llegar arriba.
“Hemos desarrollado unas herramientas que te ayudan a hacer simulaciones y estimaciones con parámetros, velocidades… para saber dónde caerá el globo aproximadamente, y esto lo sabremos cuatro días antes”, comentan sobre el viaje que seguirán desde abajo con la antena configurada.
En lo que a la elaboración se refiere, destacan que la programación y la electrónica fueron los pasos más duros. “Hemos incluido un datalogger que nos ofrece los datos GPS para seguir la trayectoria y un transmisor de radio para localizarlo fabricado por nosotros mismos. Además, hemos introducido una tarjeta SIM que, al hacer una llamada, si no pierde la cobertura, debería darnos las coordenadas”, añaden sobre el método de identificación.
¿QUÉ FALLÓ EL DÍA 12?
A principios de mes, se celebró el primer intento de lanzamiento, pero algo falló y el globo emprendió el viaje en solitario. El problema se encontró en el calculo de helio, ya que acertar con la cantidad en un globo de esas dimensiones es complejo. Debían llenarlo con la suma adecuada y calculada para que este empujase hacia arriba a una velocidad determinada y llegase lo más lejos posible.
Con los nervios, cometieron el error de hinchar la esfera 400 gramos más de lo previsto. En caso de haberlo dejado así, este habría salido disparado explotando antes. Pero, al intentar deshincharlo, la cuerda, que no estaba muy bien atada, se soltó dando rienda suelta al globo.
“No sabemos qué fue de él. Tenemos la feliz teoría de que al subir fue perdiendo helio y aún sigue en el cielo, ya que al ir abierto las presiones se igualan”, bromean.
PUBLICACIÓN Y FUTURO
El objetivo principal de los jóvenes es el de conseguir el vídeo para subirlo íntegro a YouTube y después hacer algún montaje con música y las mejores imágenes. Por eso, reconocen que en ningún momento existió interés en lucrarse y todo lo recibido ha sido volcado en el proyecto. Además, destacan todos los conocimientos adquiridos a lo largo de este proceso: “Tanto de temas tecnológicos como de legislación hemos aprendido muchísimo. Ahora sabemos que lo que diferencia a un objeto volador de ser legal o ilegal es la capacidad del humano de controlarlo”, comentan.
De cara al futuro, Ángel Albeniz sueña con dar un paso más y, en vez de subir una caja con cámaras, hacerlo con un spaceglider (planeador espacial) que en vez de caerse planee hasta donde su dueño quisiera. “Habría que ver si se consigue permiso legal, pero me gustan mucho los drones y poder ver como uno regresa a la atmósfera bajo mi control sería increíble. Se ha hecho pocas veces, y creo que podríamos intentarlo”, concluye.
- Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
- Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.