SOCIEDAD
La mala noticia con el tiempo que la AEMET le garantiza a Navarra para toda una larga semana
La previsión del tiempo para los próximos días en Navarra no trae buenas noticias una vez comenzada de manera oficial la primavera.

La primavera ha llegado a Navarra, pero el tiempo no parece dispuesto a dar tregua. Tras semanas de mal tiempo caracterizado por frío, lluvias persistentes y cielos grises, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) confirma que la inestabilidad seguirá siendo la protagonista durante los próximos días. Los navarros tendrán que esperar un poco más para disfrutar de los días soleados y templados que suelen asociarse con esta estación.
Según los datos proporcionados por la AEMET, la próxima semana no traerá cambios significativos en el panorama meteorológico. Las temperaturas mínimas en Pamplona oscilarán entre los 4 y 6 grados, mientras que las lluvias serán una constante diaria hasta el próximo fin de semana. Este patrón de tiempo inestable y fresco parece haberse instalado en la comunidad, prolongando el ambiente invernal que muchos esperaban dejar atrás.
La Aemet prevé para el domingo 23 de marzo cielos nubosos y cubiertos, con probabilidad de lluvias y chubascos, especialmente en el este durante la madrugada y en el tercio norte por la tarde. La cota de nieve se situará entre los 1000 y 1300 metros, con posibles nevadas débiles o moderadas en zonas montañosas del norte. Las temperaturas mínimas descenderán ligeramente, mientras que las máximas se mantendrán sin cambios significativos. Además, se esperan heladas débiles en el Pirineo y vientos flojos del noroeste.
Para el lunes 24 de marzo, la inestabilidad continuará, con lluvias persistentes y moderadas en la vertiente cantábrica. Los cielos estarán nubosos o cubiertos, y las precipitaciones serán generalizadas en el noroeste, aunque menos frecuentes en otras zonas. La cota de nieve comenzará en torno a los 1000-1200 metros, subiendo hasta los 1500-1600 metros a lo largo del día. Las temperaturas experimentarán cambios ligeros, y se esperan heladas débiles en el Pirineo. Los vientos serán flojos al principio, tendiendo a noroeste y con intervalos de moderada intensidad en la Ribera del Ebro.
En cuanto al martes 25 y miércoles 26 de marzo, la Aemet indica que el martes seguirá nuboso, con lluvias y chubascos en el extremo norte y noroeste. La cota de nieve se situará entre 1400 y 1600 metros, y las temperaturas experimentarán un ligero ascenso. El miércoles, aunque las nubes disminuirán en el sureste por la tarde, seguirán siendo probables las precipitaciones débiles en el extremo noroeste. La cota de nieve bajará ligeramente, situándose entre 1200 y 1400 metros, y los vientos serán flojos a moderados del noroeste.
Los paraguas seguirán siendo imprescindibles en Navarra durante los próximos días. La Aemet advierte que las lluvias serán constantes, por lo que es recomendable llevar siempre un paraguas plegable o un chubasquero en la mochila o el bolso. Además, el viento y las bajas temperaturas hacen que sea esencial abrigarse bien, especialmente por las mañanas y las noches, cuando el frío se intensifica. Las capas de ropa, los abrigos impermeables y el calzado resistente al agua serán grandes aliados para afrontar estas condiciones meteorológicas.
Para los días más ventosos, es aconsejable optar por prendas que protejan del viento, como chaquetas cortavientos, y asegurarse de que las prendas exteriores sean impermeables para evitar mojarse. En zonas de montaña, donde las nevadas y las heladas son probables, es importante extremar las precauciones en carretera y llevar cadenas si se va a circular por áreas con cotas de nieve bajas.
La primavera en Navarra está siendo, de momento, sinónimo de continuidad en el mal tiempo. La Aemet advierte que la inestabilidad meteorológica persistirá durante los próximos días, con lluvias constantes, temperaturas bajas y cielos grises. Los ciudadanos deberán seguir preparados con paraguas y abrigos, ya que el sol y el calor tendrán que esperar un poco más para hacer su aparición. Mientras tanto, Navarra sigue bajo la influencia de un patrón climático que parece resistirse al cambio de estación.