SOCIEDAD
El médico jubilado de la Clínica Universidad de Navarra homenajeado por su dedicación a los pacientes
La décima edición de la jornada “Puesta al día en Hematología en 48 horas” ha congregado a hematólogos de todo el país.

La décima edición de la jornada “Puesta al día en Hematología en 48 horas” ha congregado a hematólogos de todo el país.
La Clínica Universidad de Navarra ha rendido un cálido y emotivo homenaje al Dr. José Antonio Páramo, especialista en Hematología, por sus cuatro décadas de dedicación al tratamiento de pacientes, a la investigación médica y a la formación de nuevos profesionales.
El reconocimiento ha tenido lugar durante unas jornadas médicas celebradas recientemente en Pamplona, donde colegas y compañeros han querido destacar su amplia trayectoria y su compromiso con la excelencia clínica.
José Antonio Páramo, recientemente jubilado, ha sido uno de los nombres clave del área de Hematología en la Clínica. Tras licenciarse en Medicina en la Universidad de Salamanca, completó su residencia médica en la Clínica Universidad de Navarra, donde inició una carrera profesional que se ha prolongado durante 40 años.
Durante ese tiempo, ejerció como médico hematólogo y fue, además, director del Servicio de Hematología durante 15 años.
A lo largo de su carrera, el Dr. Páramo ha combinado la práctica clínica con una intensa actividad investigadora, contribuyendo al avance en el conocimiento y tratamiento de enfermedades hematológicas. Su trabajo ha sido especialmente valorado tanto por su rigor científico como por su cercanía con los pacientes y su implicación en la mejora continua de la atención sanitaria.
Durante el acto de homenaje, se puso de relieve su papel como referente nacional en la especialidad y su aportación al desarrollo del servicio en la Clínica, consolidándolo como uno de los departamentos más reconocidos. También se subrayó su influencia en la formación de nuevos médicos, siendo un referente para muchas promociones de residentes.
Con este reconocimiento, la Clínica Universidad de Navarra ha querido agradecerle no solo sus logros profesionales, sino también la huella humana y ética que ha dejado entre sus compañeros, pacientes y alumnos. Un homenaje que pone en valor una vida dedicada a la medicina desde el compromiso, la vocación y el servicio a los demás.