Los propietarios del mítico bar Otano de Pamplona, que recientemente anunciaron su cierre después de prácticamente un siglo de actividad ininterrumpida en la calle San Nicolás de Pamplona, van a tener que afrontar un desembolso millonario para pagar las indemnizaciones por despido a sus 18 empleados.
Así lo ha hecho saber el sindicato ELA, que ha asegurado que la propiedad tendrá que pagar 45 días por año trabajado a cada uno de los empleados que tenía en nómina cuando anunció el cierre, en lugar de los 20 días que pretendía inicialmente.
Esto ha supuesto 700.000 euros más para las arcas de los propietarios del mítico bar y un incremento en la indemnización por despido de de 39.000 euros de media más para cada uno de los trabajadores.
Como se recordará, la empresa presentó un ERE para despedir a toda la plantilla, y anunció el cierre para las fechas previas a los próximos Sanfermines, pese a tratarse de los días de mayor actividad, y a tener las reservas hechas no sólo para esos días,
sino para los próximos meses.
Aunque el motivo argumentado por Casa Otano era que la empresa propietaria del edificio había anunciado la finalización del arrendamiento, el sindicato ELA asegura que la realidad es otra.
En este sentido, recuerda que la empresa propietaria del edificio es de la misma familia que gestiona el bar-restaurante y que el "verdadero motivo por el que se despide a las 18 personas de plantilla es la venta del edificio", esto es, "hacer negocio inmobiliario a costa de cerrar un negocio viable y destruir empleo".
ELA ha destacado en un comunicado "la lucha y la organización de la plantilla. Si bien no se ha conseguido el principal objetivo de garantizar el empleo, gracias a esta lucha la situación económica de los trabajadores de Casa Otano ha mejorado sensiblemente".
