Han tomado la decisión drástica de cerrar definitivamente el bar y el restaurante que su familia regenta desde hace más de un siglo en la calle San Nicolás de Pamplona. Las llamadas a los clientes que tenían reservas hechas desde hace tiempo para las fiestas de San Fermín han hecho saltar la liebre de la preocupación en Pamplona por el cierre de uno de los establecimientos de comida tradicional navarra más queridos por los pamploneses y visitantes.
Efectivamente, el bar restaurante Casa Otano, que abrió al público en 1912, y que en la actualidad gestionaba la tercera generación de la familia Otano, ha confirmado que el último día será el próximo jueves 11 de abril. Con su cierre, la calle San Nicolás pierde otro emblemático referente de hostelería.
No son demasiadas las explicaciones de por qué han tomado tan drástica decisión, aunque fuentes cercanas a la familia confirman que el establecimiento atravesaba una delicada situación económica difícil de gestionar relacionada con la extensa plantilla (15 trabajadores) que es necesaria para mantener el establecimiento abierto que ofrece servicio de bar y un comedor con capacidad para 120 comensales.
A todo ello se suma el cansancio de muchos años de trabajo de la familia detrás de la barra, en las cocinas y sirviendo platos en el restaurante, así como atendiendo el hostal.
Los propietarios del restaurante ya han citado a los trabajadores para llegar a una acuerdo para la recisión de los contratos. La propiedad no ha decidido si en el futuro venderá el establecimiento o le buscará un arrendamiento o traspaso. Entretanto, lo único seguro, es que este 11 de abril cerrará sus puertas.
El Otano ha sido un referente de la hostelería en Pamplona. Sus señas de identidad han estado siempre especialmente ligadas a la cocina tradicional navarra siendo especialidades la menestra, el cardo, el ajoarriero, el cordero, las lechezuelas, el chuletón, los guisos de caza, las alcachofas, las carrilleras... Sin duda que Pamplona echará de menos el Casa Otano.
