SOCIEDAD
Muere el Papa Francisco, el primer pontífice americano que impulsó profundas reformas en sus 12 años en el Vaticano
Su pontificado, marcado por un estilo humilde y cercano, ha dejado una huella indeleble en la Iglesia católica.

El Papa Francisco ha muerto a los 88 años de edad, algo que ha sido recibido con profunda tristeza por miles de fieles católicos en todo el mundo. Su pontificado, marcado por un estilo humilde y cercano, ha dejado una huella imborrable en la Iglesia católica.
El Papa Francisco ha fallecido este lunes 21 de abril, en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano, según ha informado Vatican News en su cuenta de X.
El Pontífice ha fallecido un día después de su última aparición en público coincidiendo con el Domingo de Resurrección en el que se asomó al balcón principal de la basílica de San Pedro para impartir la bendición 'Urbi et Orbi'.
"Hermanos y hermanas, buena Pascua", dijo el Papa a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro desde su silla de ruedas. Francisco se encontraba convaleciente recuperándose de la neumonía que le mantuvo en el hospital Gemelli de Roma durante más de un mes.
El Pontífice había recibido el alta médica el 23 de marzo y desde entonces había aparecido en público en varias ocasiones. Precisamente este domingo también había recibido en un breve encuentro al vicepresidente estadounidense, JD Vance, en su residencia de Santa Marta, donde continuaba su recuperación.
Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, Francisco fue el primer papa de origen americano y el primero de la Compañía de Jesús en la historia de la Iglesia.
Antes de su ingreso al seminario, trabajó como técnico químico y ejerció la docencia en Literatura y Psicología. Fue ordenado sacerdote en 1969 y, años después, asumió la dirección de los jesuitas en Argentina. En 1992, el Papa Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de Buenos Aires y, tras la muerte del cardenal Antonio Quarracino, asumió como arzobispo en 1998.
Su ascenso en la Iglesia fue consolidándose hasta que en 2001 fue creado cardenal por Juan Pablo II. Su perfil austero y su compromiso con los más desfavorecidos lo convirtieron en una de las figuras clave del episcopado latinoamericano.
En 2013, tras la histórica renuncia de Benedicto XVI, el cónclave lo eligió como 266.º papa de la Iglesia católica. Adoptó el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís, reflejando su opción por los pobres y su deseo de una Iglesia más sencilla y cercana.
Durante más de una década de pontificado, Francisco impulsó profundas reformas en la Curia romana, abordando temas como la transparencia financiera, la simplificación administrativa y la protección de menores frente a los abusos. También promovió el diálogo interreligioso y la acogida de migrantes, consolidando su legado como un papa de cambios y desafíos.
Su muerte deja un vacío en la Iglesia, pero también el recuerdo de un pontífice que, con gestos de humildad y cercanía, trató de renovar la fe y llevar el mensaje evangélico a los más necesitados.
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