- lunes, 09 de diciembre de 2024
- Actualizado 00:00
Leo con gran sufrimiento y preocupación las noticias que últimamente afectan a la Iglesia, mi Iglesia -como Universal que es- sobre los casos de abusos sexuales a menores por parte de algunos sacerdotes. No obstante, me embarga una sensación de esperanza y luz porque hay firmeza y también tolerancia cero.
Cuando aquí andamos perdidos en las míseras querellas internas que impiden formar un Gobierno o con los intentos desesperados de los políticos de todo signo de no hacer aquello para lo que fueron elegidos, y en pleno momento de ocio y descanso, en Cracovia, millón y medio de jóvenes han acudido a la Jornada Mundial de la Juventud donde lo que escuchan y lo que ven es todo lo contrario.