Antonio Merino Gorrindo ha vivido este domingo 17 de agosto un momento que no olvidará. A sus 78 años, ha recibido un homenaje especial al ser elegido para lanzar el Chupinazo festivo que ha dado inicio a la semana del socio en Pamplona, una cita que se prolongará hasta el próximo 24 de agosto.
Natural de Viana y vecino de la capital navarra desde hace ya seis décadas, Antonio ha construido aquí su vida y sus amistades. Es socio del club manguiverde desde 1987 y ha asegurado que todo en su entorno gira en torno al club: “Mi señora María Puy y mis hijas también son socias. Toda la familia es oberenista. Mis nietos, aunque están en Irlanda, también se apuntan cuando vienen".
"Oberena es como una tradición para mí. Me apunté por unos amigos y engancha. Es como una familia. Haces amistades desde hace casi 40 años y nos seguimos viendo. Ahora no hago tanto uso de las instalaciones por pereza o por la edad, pero el sentimiento sigue intacto”.
La trayectoria de Antonio ha estado muy ligada a la coral del club Oberena, donde entró en 2005 con la idea de cantar “hasta que el cuerpo aguante”. En los últimos quince años, además, ha ejercido como delegado. El reconocimiento que ahora ha recibido le ha emocionado especialmente: “Ha sido una sorpresa inesperada. Me ha hecho mucha ilusión. Joaquín, el gerente del club, me llamó y me dijo que habían pensado que tirara el cohete este año".
"Me quedé pensativo, pero acepté porque es un verdadero honor y un privilegio. Agradezco a la junta que se acuerde de mí. Estamos orgullosos de llevar el nombre de Oberena por donde vamos, incluso al extranjero”.
El homenaje tiene aún más valor por el compromiso que Antonio ha demostrado con la coral. Él mismo ha reconocido que los años pasan factura al grupo: “Nos estamos haciendo todos muy mayores y no hay relevo generacional. Es cierto que se están incorporando algunos nuevos, pero otros se van o fallecen".
"El número de componentes, pese a todo, se mantiene estable. Tenemos que agradecer a nuestro director, Alfonso Ortiz, fundador de la coral en 1990, su trabajo desinteresado. Es complicado encontrar personas con tanta implicación y esperamos que nos dure muchos años más”.
El conjunto mantiene una media de 20 a 25 actuaciones al año y ensaya dos veces por semana, los lunes y los viernes. Antonio, que nunca pierde la ilusión, ha lanzado incluso un mensaje para atraer nuevas voces: “Hago un llamamiento a que la gente se apunte a la coral, porque engancha y, como se dice, pueblo que canta no muere”.
El presidente del club, Juan Eseverri, ha querido subrayar el motivo de este reconocimiento: “Hemos elegido a Antonio porque lleva muchos años en la coral, también como delegado, y tiene mucho mérito. Le ha llegado el momento de hacerle un pequeño homenaje con el lanzamiento del Chupinazo”.
Eseverri ha destacado también la buena acogida de la semana del socio, que este año ha comenzado con buen tiempo. “Los socios las disfrutan mucho, sobre todo los chavales. Es un lío importante para todos los trabajadores del club y les doy las gracias por la implicación que tienen en estas fechas, donde hay una gran afluencia".
"Son actos sociales con algunas actuaciones exitosas como la de Chuchín Ibáñez, que repite. Todos los días organizamos un encierro simulado para los chavales por la tarde, hinchables en las piscinas, comidas, calderetes, paellas y lo clásico que siempre sale bien”.
Mirando ya al futuro, el presidente ha adelantado que el club afrontará en breve un proceso de modernización: “En septiembre comenzarán las obras, que estarán terminadas en mayo de 2026. Vamos a construir un nuevo edificio de acceso separado de las oficinas y otro con un gimnasio de 400 metros cuadrados y varias salas de actividades. También reorganizaremos muchos de los espacios que ahora tenemos dispersos, para dar más servicios a los socios, que es de lo que se trata”.
