El comité de empresa de Saint Gobain ha denunciado que la empresa pretende cerrar la actividad de producción en el centro de Berrioplano. La medida, comunicada a la representación social, ha encendido las alarmas por su impacto laboral y por el riesgo de deslocalización.
Según el comité de empresa, el cierre productivo podría afectar a unas 45 personas trabajadoras de Navarra. La compañía ha indicado pérdida de competitividad y ha planteado trasladar la producción a otras fábricas europeas, decisión que los sindicatos tildan de deslocalización para abaratar costes.
La plantilla y el comité han recibido el anuncio como un “jarro de agua fría” y han rechazado la medida de forma rotunda. La representación social ya está acordando un calendario de movilizaciones para presionar a la dirección y frenar el cierre productivo en Berrioplano.
El comité —integrado por 2 delegados de UGT, 1 de CCOO, 1 de ELA y 1 de LAB— solicitará además la mediación del Gobierno de Navarra. Su objetivo es abrir una mesa real de negociación que preserve el empleo y el tejido industrial de la comunidad.
Desde la parte social subrayan que el centro de Berrioplano continuaría abierto para la actividad comercial, ya que la decisión no afectaría a otras áreas. Aun así, alertan de que el golpe a la producción dejaría a decenas de familias sin su sustento principal en Navarra.
La dirección de Saint Gobain ha alegado pérdida de competitividad para justificar el traslado. Los sindicatos recuerdan que se trata de otra deslocalización, y piden a la empresa que reconsidere la decisión y estudie alternativas que mantengan la actividad en la planta navarra.
“Esto supone un nuevo revés para la industria navarra”, han valorado desde el comité, que insiste en movilizar a la plantilla y en buscar apoyos institucionales. ¿Aceptará la empresa explorar vías que permitan sostener la producción en Navarra?
Saint Gobain diseña y produce abrasivos para el acabado de superficies y los distribuye en los mercados inmobiliario e industrial. A nivel global, la compañía cuenta con 63 instalaciones de producción, más de 10.500 empleados y presencia en 27 países, datos que el comité contrapone a la decisión de cerrar la producción en Berrioplano.
