Pedro Barandalla Sanz no pierde la sonrisa cuando llega a los pueblos de Navarra con su furgoneta de la empresa Ega Pan. Anuncia su presencia con varios bocinazos seguidos y ya tiene a los clientes esperando en la calle.
Este verano ha habido más turistas y visitantes en Tierra Estella y a veces se retrasa unos minutos, pero nunca falta el pan ni las pastas. Destacan las magdalenas normales y con chocolate, las rosquillas, las 'españolas' y algún pastel que otro.
Pedro es natural de Ancín y vecino de Estella. Tiene ya 58 años. Está casado. Tiene dos hijos de 23 y 20 años, y lleva de panadero 35 años. "Estuve cuatro años de panadero y luego he estado de repartidor. He ayudado en bollería, pastelería, en mecánica, y un poco de todo" en la empresa Ega Pan de Villatuerta.
"Ahora hago la ruta de Valdega, Amescoa, Allín y alguna vez la de refuerzo. Estuve haciendo todas, pero es una locura. Es mejor saber bien tres o cuatro que no saber todas que son nueve o diez. Ahí vamos aguantando años y años con las fiestas y con todo. Ya lo vamos llevando", señala con una sonrisa.
Al principio "lo peor era trabajar los domingos. Era un poco más duro hasta que te acostumbras. Haces mucha amistad con la gente. Le coges mucho cariño y lo pasas mal cuando se van. Coges confianza con ellos por los años y muy a gusto", asegura Pedro Barandalla.
En cuanto a su trabajo, afirma: "Es distraído. Me gusta. A veces es duro en verano ya que hay que repartir mucho y a veces te puede la presión, pero es lo de todos los años. Son días duros que también hay que pasarlos. También se saca caja".
El madrugón diario es importante: "A las 5 y media de la mañana hay que estar en la panadería y hay días que acabas a las 3 o 3 y media de la tarde. En otoño e invierno es distinto, más tranquilo. Estamos acostumbrados a todo", apunta Barandalla.
La furgoneta de Ega Pan que conduce lleva casi de todo: "La barra normal, romanita, pan de aceite, de fibra, sobaos, algún bollo pequeño, periódicos, leche, repostería, huevos... Es una manera de ayudar a gente de los pueblos que no tienen tiendas".
Lo que más se vende "es la barra hueca de toda la vida, la romanita, magdalenas, cruasanes. Vamos también por tiendas de Estella. Hay nueve o diez furgonetas. Vamos hasta la ribera y por todo Tierra Estella. Me quedan cuatro o cinco años para jubilarme", indica Pedro Barandalla.
Lleva el póster de Osasuna en la furgoneta "Eso nunca me falla y me gusta hablar de fútbol con los clientes. Ya llevo camino de los 35 años en la peña osasunista Lizarra y siempre de presidente. Seguimos con ánimo y si me aburro a ver si se anima alguno".
Estuve en Sevilla en la final de Copa "muy a gusto con muchos conocidos que fue un día muy grande, para recordar". En cuanto a la temporada, asegura: "Pienso que haremos una temporada como el año pasado, de la mitad para arriba. El bloque se mantiene. Espero que no nos hagan sufrir", concluye Pedro Barandalla.
La empresa Ega Pan de Villatuerta se dedica a repartir pan de forma ambulante durante todo el año. Ha pasado momentos duros con el Covid, pero sigue adelante dando un servicio imprescindible en muchos pueblos de Navarra.
- Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
- Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.