• jueves, 28 de marzo de 2024
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SOCIEDAD

Las pizzerías y kebabs que arrasan cuando acaba la noche pamplonesa: "Es mejor que la fiesta"

Una decena de establecimientos del Casco Antiguo de Pamplona 'curan' cada jueves, viernes y sábados la resaca a miles de jóvenes al cerrar los bares y discotecas.

Restaurente kebab “Luka” famoso por sus minidurum, con carne y patatas. PABLO LASAOSA
Un empleado sirve un kebab en Pamplona. PABLO LASAOSA

Cuando cierran los bares y discotecas en el Casco Antiguo de Pamplona, todavía queda mucha noche por delante. La música ha podido terminar, y con ella los cubatas y cervezas, pero llega entonce el turno de otros establecimientos que toman el testigo de la actividad nocturna de la capital.

No importa que sea jueves, viernes o sábado que desde sus mostradores y cocinas permitirán llevarse algo a la boca a miles de jóvenes hambrientos tras una noche de juerga y curarán la resaca a todavía más pamploneses si cabe.

Son los kebabs, pizzerías y restaurantes de comida rápida que abren de luna a sol y siempre están ahí, no importa qué fecha del año. Alrededor de una decena de establecimientos que hacen las delicias de los trasnochadores y sus acompañantes.

En la esquina de Mercaderes se encuentran tres de estos locales predilectos para superar la noche pamplonesa. Un triángulo de pizzerías con hora punta en los juevinchos y al cierre de los bares de Calderería y el Zentral. El Carrito de Mercaderes es posiblemente el más popular de ellos. Sus porciones de pizza rectangulares ya son patrimonio del fin de semana pamplonés. Justo enfrente se encuentra Italian Corner, con pizzas de estilo italiano completas y también en porciones y pocos metros más arriba, ya en la calle Navarrería, Pizzería La Galganni que se ha hecho un nombre en los últimos años gracias a sus enorme triángulos de pizzas en más de una decena de sabores.

No hay que alejarse mucho para toparse en la esquina de Calderería con la bajada de Javier otro enclave protagonista de la postfiesta de la capital. Allí, a la apertura de la nueva pizzería Artigian Delivery se suma el probablemente kebab más concurrido de toda Pamplona en esta franja horaria. Desde la calle Javier, 6, el Rico Kebab vende durums mixtos como churros y kebabs sin tiempo que perder. Las filas casi siempre llegan fuera del local pero quienes aguardan aseguran que merece la pena. "El mejor de Pamplona", señalan algunos. Allí las salsas blancas se entremezclan con las pitas y unas pocas latas de cerveza de algún que otro valiente.

Tras esperar los pedidos, muchos de los jóvenes se sientan a comer en los bordillos de los portales cercanos o en los bancos de la Plaza del Castillo mientras esperan la última villavesa nocturna o primera diurna. Allí se juntan con quienes salen de Subsuelo o los bares de San Nicolás. Precisamente en esta calle, desde hace un tiempo los zaldikos (cono de patatas fritas) y cabezudos (salchipapas) se habían sumado a las tradicionales ofertas gratronómicas de la noche, pero de las que tristemente hace pocas semanas los pamploneses se han despedido para siempre.

También en San Nicolás, pero en la plaza y más concretamente en calle San Miguel 22,  se encuentra La Pulcinella. El centro neurálgico por antonomasia de la recena en Pamplona. Sus 'dobles porciones' de pizza bacon queso o su peligrosa cebolla caramelizada cuentan con miles de adeptos desde que Giacobbe Berardi, un italiano de Sesto de San Giovanni, muy cerquita de Milán, pusiera el local en funcionamiento junto con su mujer, Lourdes, y su hijo Andrea el local

"Hacemos 17 tipos de pizza diferentes, además de las 'focacce' los 'panzerotti', las 'lasagne' y las 'pizze ripiene", contaban hace unos meses sus dueños italianos a Navarra.com.

Pero no solo de salado vive el fiestero pamplonés como atestiguan las opciones 'más dulces' que también triunfan en las horas vespertinas. Desde los Taberna a los Ogi Berri y especialmente, El Panadero de Egui en la avenida Carlos III, las cafeterías aglutinan a cuadrillas donde pinchos de tortilla de patata y garrotes de chocolate rivalizan sin claro ganador. En estos lugares, las tostadas de jamón conviven con los cafés e incluso churros.

Más allá de las fronteras del Casco Viejo de Pamplona, quienes salen de las discotecas de San Juan se refugian en los bares más clásicos y comparten mesa con montañeros o valientes que salen a correr a primera hora de la mañana. Entre los más concurridos, el bar Danubio y el bar Echeve.


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