El Ayuntamiento de Fustiñana ha expresado su rotundo rechazo ante los rumores que apuntan al posible cierre o reducción del servicio de urgencias rurales en el municipio. El equipo de gobierno considera que esta medida sería un “grave error” que pondría en riesgo la salud y la seguridad de los vecinos, además de suponer un nuevo golpe para la ya debilitada atención primaria rural.
El alcalde de Fustiñana, Sergio Vitas, ha sido tajante al afirmar que “no se trata de un debate administrativo ni de números, sino de personas y de vidas”. Ha recordado además que cuando el río Ebro se desborda, el municipio queda aislado por las riadas, lo que hace imposible el acceso al hospital de Tudela. Por ese motivo, ha insistido, el servicio de urgencias local no es “un lujo, sino una necesidad vital”.
Desde el consistorio subrayan que Fustiñana no es un caso aislado, y que esta problemática afecta a numerosos pueblos de Navarra, donde la falta de médicos y la no cobertura de bajas o vacaciones están deteriorando progresivamente la atención sanitaria. “No puede ser que vivir en un pueblo signifique tener peor atención médica que quien vive en una ciudad”, ha añadido Vitas.
El Ayuntamiento de Fustiñana ha anunciado que trasladará su protesta formal al Departamento de Salud del Gobierno de Navarra y ha pedido a la ciudadanía que se mantenga alerta y participe en las movilizaciones que puedan convocarse en defensa de la sanidad pública y de los servicios rurales.
“La salud no se negocia. Si tocan nuestras urgencias, responderemos con unidad y con firmeza. Fustiñana no va a quedarse callada”, ha advertido el alcalde.
Por último, el consistorio ha confirmado que mantiene contactos con otros ayuntamientos de la Ribera para coordinar acciones conjuntas y exigir al Gobierno de Navarra que garantice la continuidad del servicio de urgencias rurales y refuerce la atención primaria en el medio rural.
