Un total de 25 jóvenes, 13 de ellos de distintos puntos del Estado y 12 del extranjero, han colaborado en la recuperación y consolidación del denominado Cementerio de las Botellas, junto al Fuerte de San Cristóbal en el monte Ezkaba de Pamplona, participando en un campo de trabajo organizado por el Departamento de Cultura, Deporte y Juventud, en colaboración con el Departamento de Relaciones Ciudadanas e Institucionales.
Este lunes la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales del Ejecutivo foral, Ana Ollo, ha conocido la labor realizada durante dos semanas en Ezkaba, en una visita junto al director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Álvaro Baraibar, la subdirectora de Juventud, Adela González, y Juantxo Agirre, secretario general de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, entidad que ha coordinado el campo de trabajo que concluye este martes.
Durante la visita, la consejera Ollo ha agradecido la labor de los jóvenes que participan en el campo y les ha instado "a convertirse en embajadores de la memoria en sus lugares de procedencia, generando redes de colaboración en el reconocimiento que merecen las víctimas y en la reparación de sus familias".
ACTIVIDAD EN CONVIVENCIA
El objetivo esencial del campo de trabajo ha sido proporcionar a los participantes "un espacio integrador, sin exclusiones, para trabajar el conocimiento y convivencia entre iguales, el intercambio de experiencias, el trabajo en equipo, y la asunción de valores de paz, igualdad, solidaridad, y respeto a todas las culturas", ha destacado el Gobierno navarro en un comunicado.
Monitoras de Aranzadi han explicado la labor de recuperación y consolidación del fuerte, construido en 1937 y en cuyas inmediaciones se enterraron a personas que fallecieron a causa de las condiciones infrahumanas de la reclusión impuesta por los militares sublevados durante la Guerra Civil. De hecho, el nombre del cementerio se debe a que los cuerpos allí enterrados tenían botellas depositadas entre ambas extremidades inferiores, que originalmente contenían en su interior un acta de defunción.
La intervención ha consistido principalmente en la limpieza de la vegetación situada al interior del recinto y en todo el perímetro exterior colindante con el muro perimetral; el acondicionamiento del sendero de acceso y la consolidación de los muros perimetrales.
RECUERDO A LOS CAÍDOS DURANTE LA GUERRA
Con el objeto de ahondar en el discurso memorialista, los participantes han podido visitar otros lugares de la memoria como Gernika, y han acudido a una charla sobre las mujeres y la cárcel de San Cristóbal y a una mesa redonda con miembros de AFFNA, (Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra), entre otras actividades.
El Instituto de Deporte y Juventud ha puesto en marcha este programa en el Cementerio de las Botellas en colaboración con la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, y este campo de trabajo se enmarca en el proyecto Ezkaba, sustentado por el Gobierno de Navarra e instituciones y asociaciones memorialistas de todo el Estado, y que incluye, entre otras, la labor de localización de familiares que permitan identificar los cuerpos recuperados.
Dentro de este proyecto se inscribe este campo que, en palabras de Ollo, "pretendía proporcionar un espacio integrador, sin exclusiones, donde se potenciarán aspectos como el conocimiento histórico y la importancia de la memoria, y la convivencia entre iguales".
Asimismo, ha resaltado, "el campo de trabajo pretende ser una herramienta de transmision intergeneracional de la memoria de modo que entre todos construyamos una sociedad más justa, ética y democratica".
Por su parte, Olatz Retegi, antropóloga social de Aranzadi, que lleva trabajando en proyectos nacionales e internacionales vinculados a la recuperación de la memoria histórica desde el 2013 y ha realizado labores de coordinación del campo de trabajo, ha puesto en valor que "después de dos semanas nos hemos conocido entre todos y el ambiente de trabajo ha sido excepcional".
Algunos participantes son historiadores, aunque también hay muchos ingenieros, que quieren "desconectar de su ámbito más esquemático y se interesan por lo acontecido en este lugar hace 80 años", según ha apuntado Retegi. El interés por la historia ha traspasado fronteras y en el equipo participan jóvenes italianos, mexicanos y taiwaneses.
CAMPOS DE TRABAJO
El Instituto Navarro de Deporte y Juventud (INDJ) ha retomado este año los campos de trabajo que se interrumpieron en 2011, con el objetivo de "potenciar proyectos con dimensión social, desarrollados por jóvenes de diferentes procedencias, comprometidos de forma voluntaria y desinteresada". En este sentido, el Ejecutivo foral ha valorado que los campos de trabajo "permiten fomentar la movilidad juvenil y propician encuentros interculturales en proyectos solidarios".
Además del programa desarrollado en Ezkaba, este martes concluye el campo de trabajo que se ha llevado a cabo en la denominada 'Línea P' en Roncesvalles y Burguete, en el ámbito de la memoria histórica.
Por otra parte, y en colaboración con la Dirección General de Medio Ambiente, la Subdirección de Juventud tiene en marcha hasta el próximo 14 de agosto el campo de trabajo que se está desarrollando en el Señorío de Bértiz con carácter medioambiental.