Se acercan los días calurosos de verano y hay que buscar rutas fresquitas para poder seguir disfrutando de la naturaleza. Navarra, sin duda, ofrece cantidad de opciones, gracias a sus rutas de senderismo por los bosques y ríos. Te proponemos una que te llevará hasta una de las cascadas más desconocidas de la Comunidad foral. El hecho de no ser tan popular como otras, por ejemplo la cascada de Xorroxin, significa que esconda menos belleza.
Se trata de un bonito paseo por la zona Aranaz que lleva hasta el salto de agua. Es recomendable aparcar el coche en un aparcamiento gratuito que verás a la entrada del pueblo.
La ruta es circular, aunque hay varias opciones para acortarla y hacerla de ida y vuelta. Por ese motivo, es perfecta para hacerla en familia o con personas que tengan diferente preparación física.
En total, recorrerás 10,57 kilómetros. a través de senderos y caminos que no tienen una gran dificultad técnica más allá del desnivel acumulado. Te llevarán hasta la cascada de Putzubeltz, rodeada de un entorno muy bucólico. Este paraje destaca por los paisajes verdes, color predominante de sus montañas. Los robles, las hayas, así como los grandes prados son los protagonistas de esta ruta.
Aunque este recorrido es sencillo, se recomienda estar muy atento a las señales en los cruces para no perderse, ya que en ocasiones están un poco escondidas. Es muy aconsejable, en este caso, valerse de un gps o dispositivo móvil con track para no tener problemas.
En primer lugar hay que salir del pueblo de Aranaz por una calle anterior a la iglesia para seguir las marcas de un sendero local. Al llegar a un caserío, veremos señalizada la cascada.
Hay que desviarse, siguiendo las señales. Al llegar a la cascada de Putzubeltz, además de deleitarse por su belleza, es un buen momento para reponer fuerzas.
Después, hay que volver al caserío para seguir la ruta circular. Pasarás por una presa y llegarás a una carretera. Hay que tomarla, girando a la izquierda. Después de una subida y junto a un caserío, toca separarse de ella para tomar un camino empedrado que baja hasta el río.
A continuación, hay que cruzar un puente y empezar a ascender. Aunque esta cuesta te hará perder el aliento, tiene su recompensa. Regresarás a Aranaz y habrás completado la ruta.
Cabe destacar que gran parte de la ruta discurre por zonas boscosas, por lo que la sombra es abundante. Si el sol pega muy fuerte, se puede acortar la ruta y hacerla lineal para evitar los tramos más soleados. Esta es una opción muy recomendable también para las personas con menos nivel físico.
Si optamos por esta opción, tendríamos que llegar hasta la cascada de Putzubeltz y volver sobre nuestros pasos por el mismo camino.
Al completar la ruta circular a la cascada de Putzubeltz, muy probablemente, se te habrá abierto el apetito. Por eso, te recomendamos que, antes de coger el coche y volver a casa, hagas una parada de avituallamiento en alguno de los restaurantes de Aranaz.
Este pueblo de Navarra tiene varios establecimientos que ofrecen comida tradicional y casera a precios razonables. A continuación, te enumeramos los restaurantes:
