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SOCIEDAD

Una trabajadora de Pamplona se entera por las noticias que su empresa ha cerrado: "Nadie responde"

Alba Puerta leyó la información en Navarra.com y ahora denuncia un rosario de problemas hasta el punto de no saber en qué situación legal se encuentra.

Alba Puerta, trabajadora en excedencia de la tienda Mi Store de Xiaomi que ha cerrado recientemente en Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY
Alba Puerta, trabajadora en excedencia de la tienda Mi Store de Xiaomi que ha cerrado recientemente en Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY

Imagínese que usted está en excedencia de su trabajo y que de repente le pasan el enlace de una noticia con la que se entera de que su empresa ha cerrado.

Exactamente eso es lo que le ha pasado a la pamplonesa Alba Puerta. Se enteró por Navarra.com de que su empresa, Myshops, que regentaba la franquicia de Xiaomi en Pamplona, había cerrado la tienda para subrogarse a una nueva sociedad, Mytech, que ha abierto un punto de recogida de Aliexpress.

"No daba crédito, pensaba que era una broma. ¿Cómo van a cerrar sin haberme comunicado legalmente nada?", se preguntaba. Pero la realidad es tan ruda como la persiana que abre y cierra ahora el negocio del gigante chino.

 Alba relata que se quedó embarazada en 2020, en plena pandemia. "En el mes de octubre el médico me dio la baja y la empresa fue muy maja entonces. Me dijeron que no me preocupara de nada y que después del nacimiento del niño y de la baja de maternidad me reincorporaría sin problemas a mi puesto de trabajo".

El bebé llegó en marzo de 2021, incluso la empresa le mandó una cesta al hospital, y la baja de maternidad se estiró hasta septiembre de ese año. "Durante esos cuatro meses advertí a la empresa que por mis circunstancias personales, deseaba acogerme a una reducción de jornada por maternidad, porque no tenía con quien dejar al niño. Me dijeron entonces que iban a hacerlo encajar. Mande la solicitud en junio, de acuerdo a lo que dice la ley y solicité una concreción horaria, porque yo no iba a poder trabajar por las tardes".

Nueva tienda de AliExpress en la calle García Ximenez número 6 de Pamplona, en el mismo local donde hasta ahora se encontraba una tienda Mi Store de Xiaomi. IÑIGO ALZUGARAY
Nueva tienda de AliExpress en la calle García Ximenez número 6 de Pamplona, en el mismo local donde hasta ahora se encontraba una tienda Mi Store de Xiaomi. IÑIGO ALZUGARAY

La empresa respondió en agosto, a sólo unos días de que Alba se reincorporara al trabajo diciendo que aceptaban la reducción de jornada, pero nada decían de los horarios. "Estábamos cuatro personas trabajando en la tienda y una de ellas, también madre, estaba sujeta ya a una reducción de jornada, de manera que sólo trabajaba por las mañanas. Yo pensé que era supersencillo, dos personas trabajando de mañanas y dos trabajando de tardes, no es tan difícil, pero no me decían nada y yo tenía que organizarme, buscar una escuela infantil... algo...". 

Al final se echó el tiempo encima y surgió el problema. Alba no tenía a quién dejarle el niño porque su pareja trabajaba en horario partido, pero desde Myshops sólo le decían "que los otros dos compañeros tenían que rotar. Es decir, a mi compañera  no le hacían rotar porque tenía una reducción de jornada, igual que yo, pero a mi me obligaban a ir por las tardes".

El caso es que, como decimos, llegó septiembre "y me encontré con que tenía que someterme a turnos . Así que ni siquiera llegué a empezar a trabajar. Lo consulté con un sindicato y me aconsejaron que denunciara la situación. Advertí a la empresa de la opción de reclamar a través de un juzgado y no me dejaron otra opción, porque no podía trabajar y cuidar de mi hijo a la vez".

Alba decidió entonces, ante la posibilidad de un despido procedente por no presentarse en su puesto de trabajo, pedir una excedencia hasta que saliera el juicio. El problema es que el señalamiento se demoró demasiado por aplazamientos por parte de la empresa. Al final fijaron la fecha en febrero, lo aplazaron a marzo primero y a abril después. En la vista, el abogado de la empresa anteponía para llegar a un acuerdo y evitar el juicio la postura inflexible de que Alba se sometiera al horario partido y los turnos, y proponía que se buscara ella misma una guardería para las mañanas y una canguro para las tardes. No hubo acuerdo y se celebró el juicio.

Como era de esperar, la sentencia, que salió en mayo, dio la razón en todo a la trabajadora y fijó una indemnización equivalente a todos los meses que había dejado de trabajar por esta situación.

Myshops recurrió y en segunda instancia le volvieron a dar la razón a la trabajadora. "Entonces se avinieron a pagarme, pero pidieron negociar el pago a plazos, algo que no se puede hacer, según me han dicho después, pero bueno... El caso es que empezaron a pagarme y a los tres plazos dejaron de hacerlo, y así, hasta hoy".

Por el camino, Alba solicitó una una ejecución de la sentencia que volvió a ganar en los tribunales, pero ha seguido sin ver un sólo euro. 

Durante todo ese tiempo Alba siguió la actividad de la tienda a través del correo corporativo que mantenía. Por una circular  se enteró de que Myshops iba a entrar en preconcurso de acreedores. "Por más información que pedí, nadie me comunicó nada sobre lo que iba a suceder, es más, nadie me contestó", relata.  

Se enteró por terceros de que la empresa se había subrogado a Mytech "así que localicé a un responsable de recursos humanos de la nueva empresa que me contestó que no sabían nada del tema de mi contrato y la indemnización que me deben todavía".

La situación en la actualidad es que Alba ha vuelto a reclamar en el juzgado la indemnización pero el problema es que el caso ha saltado del juzgado de lo social al juzgado de lo mercantil por la situación de concurso de acreedores. El juez embargó las cuentas de Myshops, que tenían la friolera de 2,76 euros. "Y eso es lo que me ingresaron a mí".

Y hasta aquí la historia, porque en las conversaciones que tuvo con Mytech, Alba asegura que nadie le comunicó nada sobre la conversión de Xiaomi en Aliexpress. "Me enteré por vosotros, por la noticia de Navarra.com".

Al leer la información, Alba quiso hablar con el departamento de recursos humanos de la nueva empresa. "Lo único que me dijeron tras escucharme fue un 'uy, qué quemada estás, a lo mejor ya no te merece la pena volver'. De esa respuesta entendí, al menos, que seguía estando en la empresa en excedencia y que, como es su obligación, se habían subrogado mi contrato. El problema es que mi contrato es con Myshops, y la sentencia es contra Myshops, y en Mytech nadie me reconoce nada y yo no he firmado nada con Mytech", se lamenta. "No tengo ni un sólo papel que diga que pertenezco a la nueva empresa, ni si tienen mi contrato, y ellos no me lo han reconocido por escrito. Sólo sé que tengo una excedencia con una empresa que ya no existe".

"Yo ya lo único que pido es que me digan a qué me atengo, si me quieren echar, que me echen y me indemnicen, y si no, que me digan en qué condiciones tengo que trabajar, y ya decidiré yo si puedo o no puedo hacer ese horario y mantengo mi excedencia", reclama.

Y claro, después de más de 18 meses batallando legalmente contra la empresa, la situación le ha pasado factura. "He sufrido episodios de ansiedad. A nivel psicológico he acabado realmente mal". "No sé si esto es acoso, o discriminación o las dos cosas. Y el silencio por parte de la empresa hacia mi ha sido tal, que he llegado a pensar que me habían echado y no me había enterado".

Por ahora, no ve cercana la solución, pero mientras llega Alba ha querido dar la cara para denunciar su situación y hacer públicas las dificultades que ha encontrado para conciliar vida laboral y familiar. "A  los políticos se les llena la boca con eso, pero cuando te ves en la situación te das cuenta de que o la ley está mal hecha, o no sirve para nada. Lo que no tiene ni pies ni cabeza es que me dejen acogerme a una reducción horaria, pero me obliguen a trabajar en horario partido. ¿Con quién dejo yo a mi hijo entonces? Y luego dirán que están fomentando la natalidad...", sentencia.


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