Las catedrales de Tudela y de Pamplona acogerán este lunes, 28 de abril, sendas misas funeral por el Papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años debido a un ictus cerebral. En Tudela, la misa se celebrará a las once de la mañana, mientras que en Pamplona tendrá lugar a las ocho de la tarde. Ambas celebraciones estarán presididas por el arzobispo, Florencio Roselló.
Estas celebraciones tienen lugar tras el funeral oficial en el Vaticano, que congregó a unas 400.000 personas, incluidas delegaciones de 146 países, con la presencia de 10 monarcas y 50 jefes de Estado y de Gobierno.
Tras conocerse el fallecimiento del Papa, el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Florencio Roselló, ha destacado la figura de Jorge Mario Bergoglio como un Papa "siempre cercano" y "espontáneo", que animaba y hablaba de los pobres, buscando líneas de encuentro para alcanzar la paz en el mundo. Roselló ha expresado su deseo de que el próximo pontífice continúe el camino iniciado por el Papa Francisco, especialmente en la lucha contra los abusos en el seno de la Iglesia.
Roselló también ha subrayado que Francisco animó a vivir la alegría de ser cristiano y contagió esta alegría a muchas personas. A su juicio, apostó por una Iglesia misionera y por vivir la fe en la calle, centrando su atención en los pobres, especialmente en los migrantes y en el mundo de la cárcel. El Papa visitó en 23 ocasiones prisiones de Europa, Italia, América Latina, Norteamérica y África.
Además, el arzobispo ha recordado que el pontífice puso a toda la Iglesia y a la sociedad a cuidar nuestra casa común, el planeta y el ecosistema. Trabajó incansablemente por la paz y fue de los pocos que se atrevió a levantar la voz, especialmente en cuestiones como el tema migratorio en Estados Unidos.
Roselló ha destacado también el acercamiento del Papa Francisco a otras religiones, como el mundo musulmán y el mundo evangélico, así como el impulso dado a la figura de los laicos y de las mujeres dentro de la Iglesia, a través del sínodo y de una apuesta decidida por la participación de todos en la vida eclesial. "Desde esa sinodalidad de participación, Francisco ha querido una Iglesia que sea de todos", ha remarcado el arzobispo.