COMERCIO LOCAL
El restaurante dentro de una hípica en Navarra aclamado por sus asados: "Traemos el gorrín y el cordero de Segovia"
Este establecimiento también es muy conocido por los vermús, ya que prepara una gran variedad de fritos caseros.

Luis Biurrun Rada es conocido en la Comarca de Pamplona por su habilidad para encontrar el mejor punto a los asados. Desde el año 2013, gestiona el restaurante del Centro Hípico Añezcar, Txikot Txikot. " Este restaurante se ha sabido posicionar con el paso de los años como uno de los mejores lugares en Navarra para comer un asado al más puro estilo castellano. De hecho, cada fin de semana decenas de comensales se acercan para probar su gorrín y cordero de la D.O. Castilla y León asados en horno de leña.
"Pasó uno de esos trenes que pasan una vez en la vida", recuerda Biurrun cómo aterrizó en esta hípica de Navarra. Llevaba años trabajando en el asador El Figón de Pío XII. Este restaurante también estaba especializado en asados castellanos. Y, precisamente, fue allí donde Biurrun se familiarizó con este tipo de cocina.
Pero, los dueños decidieron cerrar el negocio y, cuando Biurrun buscaba un nuevo proyecto al que sumarse, desde el Centro Hípico Añezcar le ofrecieron la gestión del restaurante. "Pero no fue sólo eso. Justo encontré una casa en el pueblo y me dieron a mi perrita", rememora. Todo eso le hizo decidirse y tomar las riendas de Txikot Txikot.
¿Y ese nombre? Biurrun recuerda con cariño sus inicios en la hípica de Añezcar. "Cuando empecé a venir por aquí todos me llamaban 'Chicote'. Así que cuando tuve que registrar la sociedad jugué con eso y llamé al restaurante Txikot Txikot", explica. Y ese nombre se ha grabado en la memoria de todos los amantes del asado.
De hecho, Biurrun agradece la buena publicidad que le hacen los clientes a través del boca a boca. "Muchas personas llegan al restaurante recomendadas por otras que ya han estado", indica.
Desde un primer momento, Biurrun ha centrado la apuesta gastronómica de Txikot Txikot en el asado castellano. "Trabajamos siempre con un menú cerrado", puntualiza. Se trata de un menú de 36 euros que consta de tres entrantes, el plato principal a elegir y el postre. Incluye también la bebida y el pan. "Empezamos con una riquísima ensalada, seguimos con las croqueticas de ibérico y la morcilla de Burgos. Después pasamos a los platos principales con el asado de gorrín y cordero. Por último, llegan los postres", detalla el menú.
Además del asado de gorrín o lechazo, este restaurante incluye otras opciones de platos principales: rodaballo al horno estilo Orio con gambones a la plancha y panaderas, costillas de lechal con guarnición, entrecotte con pimienticos del padrón y patatas, y chuletón de buey.
Biurrun sirve este menú todos los fines de semana. Y advierte que hay que reservar con, al menos, dos semanas de antelación: "Me da mucha pena cuando alguien llama a última hora y no tenemos sitio, pero la realidad es que todos los fines de semana estamos llenos". Entre semana, no se sirven comidas, salvo para grupos de más de 8 personas y previa reserva: "Si no, no compensa encender el horno".
Además de reservar la mesa para la comida, el asado también hay que encargarlo. "Cuando llaman para hacer la reserva, pido a los clientes que unos días antes me indiquen cuántos van a querer asado", indica Biurrun. Esto es así porque traen sólo las piezas necesarias desde Segovia, con el fin de que no sobre nada y todo lo que se sirva sea fresco. "El resto de los platos no es necesario encargarlos, aunque muchas veces nos lo indican y nos ayuda mucho a organizarnos", añade.
Muchos de los clientes de Txikot Txikot son usuarios del centro ecuestre. "Pero también vienen muchas personas de Pamplona y su Comarca. Incluso, tengo clientes recurrentes de Estella, San Sebastían o Barcelona".
Sobre todo, son muchas familias las que eligen comer en Txikot Txikot. Por eso, el restaurante también cuenta con un menú infantil adaptado a los más pequeños de la casa. "Por 15 euros pueden elegir un plato combinado, la bebida y de postre tarta o helado", especifica.
Como excepción, los fines de semana en los que se celebran competiciones ecuestres en esta hípica, no se dan comidas de menú. "Esos días esto es como San Fermín", ejemplifica. Por eso, para dar abasto al trasiego de gente, sirve bocadillos y pinchos.
Otro de los atractivos de este establecimiento son sus fritos. Los hay de infinidad de variedades y tienen mucha aceptación. "Los que más se piden son los clásicos, como la bola de pimiento o el de huevo", ejemplifica.
Pero hay uno que sorprende a los clientes por su originalidad y porque recuerda a la esencia del restaurante: "Tenemos una croqueta de cochinillo con manzana que también gusta mucho".
Los vermús de Txikot Txikot son muy queridos entre los clientes de la hípica, ya que pasan muchas horas dentro del centro ecuestre. "Vienen muchos papá mientras el niño da la clase". Sin embargo, al igual que ha pasado con las comidas, también se ha corrido la voz y atraen a muchas personas de fuera.
Comer en el asador Txikot Txikot del Centro Hípico Añezcar es una experiencia que despierta todos los sentidos. El restaurante está ubicado en un entorno natural privilegiado, rodeado de la elegancia de los caballos y el sosiego del campo.
Por eso, es perfecto para disfrutar de una reunión familiar, una celebración especial o, simplemente, para pasar un día diferente. De hecho comer en este restaurante y visitar la hípica es un plan perfecto para hacer con niños, ya que estarán en contacto con los animales.
El Centro Hípico Añezcar es uno de los centros ecuestres con más renombre de Navarra. En este rincón de Navarra, convergen la pasión por los caballos y por el deporte. Una combinación que se traduce en un entorno incomparable, con paseos entre las pistas y rodeado de naturaleza.
Algunos de los clientes más especiales de Txikot Txikot son los jugadores de Osasuna. El restaurante cuenta con dos comedores, uno en la zona del bar y otro, con apariencia de txoko, al que se accede por un pequeño pasillo. En las paredes del mismo, hay colocados cuadros con camisetas y autógrafos de los jugadores, quienes acuden recurrentemente a este establecimiento.
En los meses de primavera y verano, cuando el tiempo acompaña, se puede comer también en un coqueto jardín. "Ahora empezaremos a prepararlo para esta temporada", promete Biurrun. Este jardín dispone, incluso de una pequeña zona de chill out, perfecta para tomar algo antes de la comida o disfrutar del vermú.