El pasado día 19 de agosto, mientras se disputaba el partido que enfrentaba a Osasuna contra el Athletic Club de Bilbao, la unidad de Medios Aéreos de la Jefatura Superior de Policía de Navarra, detectó un dron sobrevolando el estadio del Sadar de Pamplona.
Una vez captado el aparato y como marca el protocolo de actuación, se procedió a intentar centrar la zona desde donde se estaba pilotando dicho artefacto, antes de neutralizarlo. En caso de que no se hubiera dado con el piloto, se hubiera inhibido toda comunicación del dron con el piloto, para evitar así los posibles riesgos que supone el vuelo de este tipo de aparatos en zonas donde se concentran multitud de personas, más aún en este caso, puesto que había otro dron autorizado sobrevolando la misma zona, con el alto riesgo que ello supone.
Componentes de la Brigada Provincial de Información que prestaban servicio en este evento deportivo, y con las indicaciones de los componentes de la unidad de Medios Aéreos, visualizaron en un balcón de un edificio próximo al estadio a un hombre con un mando de dron, por lo que una vez identificados como agentes de la autoridad, le solicitaron que bajara a la calle para indicarle la ilicitud de su conducta.
En todo momento el propietario del dron, colaboró con los policías, haciendo inmediatamente que la aeronave regresara a las proximidades de su domicilio.
Se le identificó y se le explicó lo irresponsable de su acción y el grave riesgo que había supuesto, advirtiéndole de la posible sanción administrativa a la que se podía enfrentar por incumplimiento de la normativa vigente sobre vuelo de drones en aplicación de lo dispuesto en el Real Decreto 1036/2017, de 15 de diciembre, por el que se regula la utilización civil de las aeronaves pilotadas por control remoto; y de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de Protección de la Seguridad Ciudadana, con el objeto de salvaguardar el cielo de nuestras ciudades de cualquier peligro producido por aeronaves no tripuladas.
Dada la actitud colaboradora del propietario del dron, no se consideró necesario la intervención del mismo. Pero como ya se ha indicado, y como legalmente está establecido, se le propuso para sanción, al estar utilizando una aeronave pilotada por control remoto en espacio aéreo controlado (ATZ PAMPLONA/CTR PAMPLONA).
El control de este tipo de actividades las realiza en Pamplona la Unidad de Medios Aéreos de Policía Nacional, que controla el obligado cumplimiento de las comunicaciones hechas al Ministerio del Interior para practicar vuelos UAS –Aeronaves pilotadas por control remoto- dentro de núcleos urbanos, ya que ese tipo de operaciones requieren cierta acreditación, así como las correspondientes coordinaciones, como es el caso de volar en ATZ –Zona de Tránsito de Aeródromo- o CTR –Espacios Aéreos Controlados-, es decir, que engloban las áreas próximas a aeropuertos y pistas de aterrizaje.
A dichas operaciones se presta una especial atención debido al riesgo que conlleva el volar en núcleo urbano, en prevención de los posibles accidentes que pudiesen ocurrir, de ahí la importancia del cumplimiento de las medidas de seguridad legalmente exigidas.
El seguimiento para localizar vuelos ilegales -no comunicados al Ministerio del Interior- o negligentes, que pongan en peligro la seguridad ciudadana, como sería el caso que nos ocupa, se lleva a cabo tanto con la presencia de los agentes de la Policía Nacional en los núcleos urbanos, como mediante la realización de búsquedas virtuales, a través de internet.
La Policía Nacional y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea recomiendan que, antes de realizar cualquier operación aérea con drones y evitar posibles infracciones, se consulte la página de “ENARIE” para comprobar las normas vigentes y los lugares en los que se puede volar.
