El Rally de Fitero quedará marcado para siempre por el accidente ocurrido este sábado en el que siete personas resultaron heridas de gravedad, cuatro de ellas niños.
El alcalde de la localidad, Miguel Aguirre, se ha mostrado muy disgustado por las consecuencias del suceso y a trasladado la sensación de preocupación y desolación que reina en el pueblo.
Según ha señalado, esta prueba lleva realizándose "muchísimos años y las medidas de seguridad son siempre exquisitas", si bien ha señalado que los primeros indicios de lo ocurrido apuntan "al parecer a que a un piloto le han fallado frenos".
Este extremo lo investiga la Policía Foral a través del grupo de Atestados, que continúa recogiendo las manifestaciones de implicados y testigos del suceso, trámites a los que se sumará la revisión de los procedimientos y protocolos de seguridad seguidos por los organizadores de la carrera.
Tras lo ocurrido, Aguirre ha reiterado que los vecinos se encuentran "tristes y desolados". Hay que tener en cuenta que los siete heridos tenían vinculación con la localidad,
"Estamos en contacto permanente con el Gobierno de Navarra", ha dicho el alcalde agradecido por la comunicación que ha tenido tanto con la presidenta, María Chivite, como con el consejero de Salud, Fernando Domínguez, y la consejera de Interior, Amparo López, que "me están informando de todas las novedades".
Una de esas novedades es el alta recibida por uno de los adultos heridos. Uno de ellos ya fue dado de alta en la noche de ayer, aunque tuvo que volver a Urgencias del Hospital Reina Sofía de Tudela tras sentir mareos. Se espera que a lo largo de la tarde de este domingo puedan recibir el alta los otros dos adultos que permanecen ingresados en Tudela con pronóstico reservado.
Según ha informado SOS Navarra, los cuatro niños heridos se encuentran estables dentro de la gravedad.
Aguirre ha reiterado su "mensaje de profunda solidaridad a las familias, Nos ponemos a su disposición para cuanto pudiera ser necesario".
