La Guardia Civil de Navarra ha detenido en Sevilla a dos hombres acusados de usurpación de estado civil, falsedad documental y estafa a una empresa de Pamplona dedicada a la movilidad sostenible. La firma denunció pérdidas que rondan los 38.000 euros tras detectar varios pedidos fraudulentos de patinetes eléctricos.
La investigación arrancó cuando el gerente de la empresa denunció en Pamplona que había recibido un pedido online de un patinete valorado en 2.849 euros. El supuesto comprador, vecino de Utrera, aportó un DNI y nómina falsificados, aceptando la financiación de una entidad bancaria. Días después, el banco confirmó que se trataba de una estafa y que se estaban generando deudas a nombre de la persona cuya identidad había sido usurpada.
El fraude provocó el cierre de la cuenta bancaria utilizada y, como consecuencia, varios clientes legítimos de la empresa se quedaron sin acceso a financiación. Esto supuso un fuerte perjuicio económico para la compañía, cifrado en unos 38.000 euros en créditos no concedidos y ventas frustradas.
Pocos días después se produjo un nuevo intento de estafa con un pedido de dos patinetes por valor de 5.598 euros, a nombre de una mujer de la misma localidad y con idéntico procedimiento. El paralelismo con el primer caso activó las alarmas de la empresa y de los agentes.
Con la información recabada sobre envíos, transferencias y documentación, la Guardia Civil de Pamplona solicitó la colaboración de sus compañeros de Utrera (Sevilla). Juntos organizaron una entrega controlada del paquete para identificar a los responsables.
El día fijado, los agentes realizaron un seguimiento del vehículo de reparto hasta la zona de entrega. Allí intervinieron cuando dos ocupantes de un coche de alta gama intentaron recoger el paquete contactando con el mensajero. Ambos quedaron identificados y fueron detenidos en el acto.
Los arrestados son dos hombres de nacionalidad española de entre 25 y 35 años, acusados de haber adquirido fraudulentamente varios pedidos utilizando identidades robadas. La investigación, desarrollada de forma conjunta por la Guardia Civil de Pamplona y Utrera, ya ha sido puesta en manos de los Juzgados de Pamplona.
