El bar Bodegas Leyre es uno de los más conocidos de Pamplona. Es el típico bar de siempre con sus pinchos en la barra y su comida casera de toda la vida.
Está situado en la calle Manuel de Falla 23 en el barrio de la Milagrosa. Muy cerca de otros negocios que hemos conocido en este mismo apartado de comercio local, como es el caso de Yoga One Arrosadía o de la clínica veterinaria 'Mi Amigo' de perros y gatos.
El dueño del establecimiento es el pamplonés Alberto Urralburu de 50 años, tercera generación del bar que abrió su abuelo natural de Jaurrieta: "Llevo aquí trabajando 33 años y entré con 16 años el 22 de mayo de 1989 al acabar segundo de BUP. Lo llevo yo con mi mujer".
La bodega se abrió en el año 1957: "Mi abuelo vino del pueblo con cuatro hijos. Había que buscar un negocio en Pamplona por la crisis económica".
"Vendían vinos y licores a Navarra y País Vasco. Luego se separaron mi tío y mi padre, que se quedó el bar. En 1989 se reinauguró el bar en la bajera de al lado que era el antiguo almacén de vinos", señala Alberto Urralburu.
Alberto no pierde el buen humor: "Estoy contento. Mi vida es ser camarero. Con 50 años estás un poco machacado. Te cuesta un poco más aguantar a la gente, pero siempre con una sonrisa. Seguimos con la misma comida casera, casquería con los menudicos, callos, patas de cerdo, lechezuelas...".
Lo que más se vende "son los menudicos de cordero. Es el plato estrella. Nos lo traen del mercado del ensanche y las cocineras lo preparan de miedo. Es muy complicado hacerlo bien. Luego las patas de cerdo, etc", asegura el dueño del bar restaurante.
También destaca "el puchero de garbanzos, los asados, caza, y pescados de todo tipo como el lenguado, rodaballo, bacalao, ajoarriero, sepia. En los almuerzo huevos con jamón, con chistorra lomo, tocino. Lo fuerte son los almuerzos y comidas", asegura el dueño del bar.
Disponen de un menú extenso en las comidas a 13 euros sin café con un montón de primeros, segundos y postre. Hay mucho trabajadores de obras cercanas. Tengo fama de que somos referentes en las comidas si no quieres gastarte 20 o 50 euros.
Tienen cada día entre ocho o nueve primeros platos en el menú: "Siempre de primeros hay ensaladas y lasañas, un potaje, un arroz o pasta y una verdura del tiempo", señala Alberto Urralburu.
De segundo plato, "siempre hay una asado y costilla de cerdo que es lo que más gusta. Cordero al chilindrón, carrilleras, filete y dos pescados que ahora se come mucho. Puedes venir todos los días de lunes a viernes a comer y siempre comerás diferente".
Hay una terraza con siete mesas grandes para el verano "que desahoga bastante". Hay que reservar mesa siempre, "salvo que quieras esperar al turno siguiente. Vienen cuadrillas para jugar al mus a la mañana y las mesas están siempre a tope", indica Alberto Urralburu.
Para navidad el fin de semana del 16 y 17 de diciembre "está casi todo lleno porque los demás fines de semana son festivos". Abren de lunes a viernes todo el día, con una curiosidad: "Los sábados solo damos almuerzos hasta las 12 y vermú hasta las 15 horas, pero no damos comidas y cerramos hasta el lunes", asegura el dueño de Bodegas Leyre.
Entre semana "sacamos el tajo, sino sería imposible cerrar el fin de semana". De cenas "estamos bien aunque tuvo parón por la pandemia. La reapertura fue más escasa, pero ya empiezan a volver. estamos volviendo a la normalidad poco a poco. Por lo menos aquí sí. Tengo casi todo lleno para cenar".
De momento hasta que me jubile estamos contentos. Las empleadas que trabajan llevan toda la vida en el bar: "La que menos lleva diez años trabajando y las demás veinte años". El tema de la casquería decían que se iba a perder: "Pues al revés. Viene gente joven y dan caña a los menudicos, callos, etc", explica Alberto Urralburu.
En cuanto a los clientes fijos señala que la barra se llena "con gente de la UPNA, los de Meca Rapid, gente que trabaja por la zona y el tránsito que hay. Estamos todo el día a tope", concluye Alberto Urralburu.
