Una carnicería de Navarra se ha vuelto a llevar un premio de los que se celebran en casa. Este miércoles, 17 de diciembre, la empresa se ha proclamado ganadora del XXVII Campeonato de Euskal Herria de chistorra, celebrado en Ordizia, en una edición con 41 productores de Navarra y el País Vasco.
El primer premio se ha ido directo a Cárnicas Iriguíbel, con tienda en Huarte y carnicerías también en Villava y Mutilva. La familia ya venía con el listón alto: el pasado mes de octubre se ha proclamado ganadora del XIX Concurso Navarro de chistorra.
En Ordizia, el jurado ha hecho el trabajo más serio (y más apetecible): ha valorado y ha degustado las 41 txistorras presentadas antes de decidir el ganador. Y cuando ha llegado el nombre de Iriguíbel, la emoción se ha notado sin necesidad de disimular.
El carnicero Carlos Iriguíbel Lanceta dedicó el reconocimiento de concurso navarro de chistorra a su padre, con la voz entrecortada. “Es un orgullo porque mi padre me ha enseñado a hacer la chistorra y el premio es para él. Es la tercera vez que conseguimos este galardón. El secreto del éxito está en la pasión y en hacer las cosas bien cada día”, ha compartido.
Las lágrimas han aparecido pronto, pero también el humor. “Somos llorones, es lo que hay. Nos emocionamos fácil”, ha soltado entre risas, antes de poner el foco en lo que para ellos significa seguir en pie.
“Ahora estamos la cuarta generación con mi sobrino Adrián, y al final el pequeño comercio tiene que luchar por hacer bien las cosas, sus recetas… Para nosotros es un orgullo estar aquí por tercera vez. Es una pasada”, ha reconocido.
Detrás del premio no ha estado solo una receta, sino una historia familiar que se ha ido transmitiendo con los años. En casa, la txistorra ha sido tradición y aprendizaje. “Mi abuelo Santiago empezó con la carnicería, siguió mi padre Ángel Mari y él nos enseñó a hacer la chistorra".
"Es un orgullo muy grande porque el pequeño comercio lucha y demuestra que resiste y hace muy bien las cosas”, ha explicado Carlos, al recordar los orígenes de un negocio que ya forma parte de la historia local.
El galardón ha servido, además, como escaparate para una forma de trabajar que presume de oficio y de elaboración artesanal. Y también como un empujón para el comercio de proximidad, que pelea cada día por mantener la calidad y la clientela.
Desde el Gremio de Carniceros de Navarra han querido felicitar a la familia Iriguíbel por el premio y han subrayado su valor para el sector. “Queremos felicitar a la familia Iriguíbel por este merecido reconocimiento, que pone en valor el trabajo diario de nuestros asociados, la calidad del producto elaborado de forma tradicional y el compromiso con la excelencia del comercio de proximidad”, han destacado.