La cervecería Garrison abrió sus puertas en Berriozar a principios del mes de junio. Es el nuevo proyecto de tres jóvenes socios que llevan muchos años trabajando en el sector de la hostelería. En este medio año se han sabido ganar el favor de la clientela y ya les visitan, incluso, desde otros municipios. Raciones, hamburguesas o bocadillos, acompañados de una buena cerveza. Es la propuesta de este nuevo bar. Todo ello acompañado de un ambiente único. En la cervecería Garrison también se puede jugar al billar o a los dardos.
Sergio Sanz, Íñigo Martínez y Iosu Valero son los jóvenes socios que han puesto en marcha la cervecería Garrison en Berriozar. Los tres se conocieron hace años, cuando trabajaban por cuenta ajena en el sector de la hostelería. "Los tres nos dimos cuenta de que se nos daba bien lo que hacíamos y teníamos la misma inquietud por emprender con un negocio propio", cuenta a Navarra.com Sergio Sanz.
Por eso, decidieron lanzarse a la aventura de abrir su propia cervecería. Pero la Garrison no fue la primera. De hecho, los tres jóvenes son muy conocidos porque, hasta poco antes de abrir la cervecería Garrison, llevaban la Dreams, un local muy frecuentado en este municipio. "Nos hicieron una oferta y la vendimos", reconoce Sanz.
Fue en ese momento, cuando encontraron el local de la cervecería Garrison. Ubicado en una zona con muchas viviendas nuevas y siendo muy amplio, los socios lo vieron perfecto para volver a emprender en Berriozar.
El único inconveniente era que tenían que diseñar la cervecería desde cero. "Hemos estado año y medio de obras hasta que hemos podido abrir", reconoce este socio. Y eso con todo lo que conlleva. "Estábamos sin ingresos, así que nos pusimos a trabajar en otras cosas para mantenernos. También hacíamos cosas en el local para abaratar los costes de la obra", explica.
Y el esfuerzo tuvo sus frutos. Puesto que han conseguido poner en marcha un establecimiento con un estilo moderno y muy acogedor. Está distribuido en dos plantas, con ambientes diferenciados. Abajo se encuentra la barra, con los pinchos y los grifos de cerveza. Junto a ella hay varias mesas altas, ideales para tomar algo. Al otro lado de estas mesas, se encuentra la zona de comedor.
Subiendo por las escaleras, se llega a una zona que invita a un ambiente más distendido. Allí, los clientes encuentran sillones, un futbolín, dardos para jugar e, incluso, shishas para fumar. "Hemos mantenido el estilo que teníamos en la cervecería Dreams, pero subiendo la calidad", asegura Sanz. E indica que eso ha sido posible, precisamente, porque la amplitud del nuevo establecimiento, de 300 metros cuadrados, ha ampliado sus posibilidades.
Por ejemplo, la cervecería Garrison cuenta con un pequeño escenario, pensado para ofrecer a los clientes música en directo. "Ya hemos tenido un par de actuaciones, que han funcionado muy bien", asegura este socio. "Esto estaba petado los días de las actuaciones", comenta Sanz mientras recorre el local con la mirada. Y avanza que ya están en contacto con más artistas para ofrecer más conciertos próximamente. "Da un poco de cosa porque es un mundo nuevo para nosotros. Yo sé poner bien un gin tonic y tirar una caña, pero no sé si un artista encaja en un sitio u otro. Nos ayudan un poquito con eso", agradece.
OFERTA GASTRONÓMICA
Como en toda cervecería, en la Garrison la cerveza también es la estrella. Y, en este caso, nunca mejor dicho. "Trabajamos mucho con Estrella Galicia", indica Sanz. Tienen varias variedades, de entre las que destacan la Estrella Galicia de Bodega y la 1906 de Bodega. "En Navarra, actualmente, sólo ofrecemos la 1906 de bodega nosotros y otro establecimiento", pone en valor el socio de la cervecería Garrison.
"Además, tenemos 8 grifos de cerveza y 12 referencias en botella, entre las que hay cervezas internacionales", destaca Sanz. Por lo que los amantes de la cerveza van a encontrar en la cervecería Garrison todo un paraíso.
Y para acompañar la cerveza, la cervecería Garrison cuenta con una variada carta de comida informal. Está protagonizada por las raciones, las hamburguesas y los bocadillos. Y, pese a que esta cervecería sólo lleva abierta medio año, la clientela ya tiene platos favoritos. "Lo que más se pide son los nachos, las patatas 'Garrison', la hamburguesa de chuletón y la hamburguesa 'Granjera'", enumera otro de los socios, Íñigo Martínez.
La cervecería Garrison se transforma a medianoche. Hacia las 23:30 horas, cuando concluye el horario de cenas, cambia el ambiente. "Bajamos las luces y damos paso al momento de copeo", especifica Sanz. Es el momento en el que los gin tonics, los cubatas y las shishas para fumar se convierten en protagonistas.
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