La tienda y taller de cerámica Niu abrió sus puertas el 27 de marzo de 2004 en el corazón del Casco Viejo de Pamplona. Ahora, después de casi veinte años, ha bajado la persiana en la calle Curia 21.
Es un establecimiento que está muy cerca de otros locales que hemos conocido en esta sección de comercio local en Pamplona, como la conocida tienda de pastas Beatriz o la tienda Especialité dedicada a la venta de té de todo el mundo.
El local ha funcionado como tienda, taller de producción de cerámica y desde hace unos años también como escuela. Mónica Tort Bori, natural de Barcelona, es la dueña de la tienda.
Mónica ha explicado a Navarra.com el motivo de abrir la tienda en la capital navarra: "Mi expareja era de aquí. Me vine a vivir con él y monté esta tienda".
El balance es positivo, pese al cierre: "Estos veinte años han sido muy buenos. Me da pena porque le tengo mucho cariño a este espacio y a Pamplona. Me quiero quedar en Navarra porque me encanta esta tierra. Nos sé donde acabaré. Han sido unos años estupendos y muy bonitos".
Durante este periodo se ha dedicado "a la producción de cerámica, venderla, encargos, dar clases aquí en la tienda y en casas de cultura. Así he hido viviendo de la cerámica", señala Mónica.
"Ahora por varias circunstancias tengo que ir mucho a Barcelona y resultaba difícil continuar con esto abierto", comenta Mónica.
Desde hace tiempo tiene el sueño de irse "a un sitio más rural al campo para montar mi vivienda taller. No se ha dado aún esa realidad porque esto no se ha vendido. Se me ha juntado todo un poco".
También otro factor que influye es que la venta de cerámica ha disminuido. "Cada vez hay más interés por la cerámica pero para dar clases. Solo con las clases tampoco es el lugar. Se ha juntado todo y es una apuesta por un cambio de vida.
Sin embargo, no pierde la esperanza en el sector: "Si hubiera venido algún ceramista habría negociado con él para que se quedara el horno y el resto de cosas también. Aún estamos a tiempo. La mayoría de cosas me las llevo yo para montar la vivienda taller", afirma Mónica.
Tal y como comenta su dueña, el local es adecuado "para un artesano local que produzca y venda y para eso me gustaría encontrar a alguien. Lo tengo en alquiler y ya se está moviendo algo, aunque el objetivo final es venderlo".
La mejor época de venta "es el verano con el turismo. En invierno la gente de Pamplona no viene tanto porque estamos cerca de la Catedral un poco al fondo de la calle". Mónica incide en el buen ambiente de la calle: "Nos conocemos todas las chicas que tenemos comercios en la calle y vivo en el casco viejo. Hay muy buen rollo".
Le quedan todavía algunos productos como una línea de joyas de porcelana, vasijas, platos, piezas decorativas, jarrones y piezas utilitarias como ensaladeras "que han volado". Tiene también cuadros de muchos tipos para colgar: Todo muy variado porque a mi me gusta cambiar todo el rato".
Siempre he tenido muy buena respuesta de todos los clientes: "Me dicen que es una pena cerrar, que es una pérdida para la ciudad ya que comercios de este tipo enriquecen la ciudad, como la librería Acuario, pero es la vida. A mi también me da pena", asegura Mónica.
"No tengo un horario de tienda fijo. Cuando estoy en Pamplona, si que abro. Si pasa alguien por aquí o me llama les vendo lo que queda. Está todo al 50% y la parte de la ganga está de 2 a 5 euros", concluye Mónica.
