La mercería Lucía Molero es una de las más antiguas del segundo ensanche de Pamplona. Está situada en la calle Felipe Gorriti 14, junto a la esquina de la calle Olite, desde 1948.
Es un establecimiento que está muy cerca de otros negocios que hemos conocido en esta sección de comercio local en Pamplona, como por ejemplo la tienda Trofeos Sago o la tienda de sonido Fritz.
La mercería Lucía Molero abrió sus puertas en 1948, casi a la vez que se construían los nuevos edificios del segundo Ensanche. La abrió Lucía Molero, tal y como aún reza el antiguo cartel colocado en la fachada de la tienda.
Posteriormente, el negocio quedó en manos de sus hijas María Teresa y María Antonia García Molero, y actualmente lo dirige Marian Ahechu García de 61 años, hija de María Antonia y nieta de Lucía Molero.
Lo primero que llama la atención es la fachada de la tienda, que está igual que en los años 50 del pasado siglo. Una vez que se pasa al interior de la misma, parece que nada se ha tocado desde su apertura. Todas las estanterías están repletas de productos, incluso con el membrete de la fábrica catalana Fabra y Coats.
Marian Ahechu explica a Navarra.com: "Está puesto fuera en el cartel, desde 1948. Empezó mi abuela, mi tía, mi madre y cuando se jubiló mi madre me quedé yo. Hicieron el edificio. Vinieron y se instalaron aquí y sigue tal y como era, de toda la vida".
Sigue en el negocio de momento: "No sé por cuanto tiempo. Esto era de mi madre que falleció el 7 de abril. Yo seguiría hasta mi jubilación, pero ya no nos da ni para los gastos. No tiene sentido. Aguantas un poco, pero si se me dispara todo pues a cerrar como todos. Esto está para cerrar pero ya", indica Marian.
La explicación es muy sencilla: "Ya no se vende y tienes que cerrar porque no te da para pagar. Es una mercería de toda la vida de botones e hilos y ahora ya no se cose y todo va por internet. La gente en este barrio es más mayor y aún cose algo. Se venden hilos, botones, camisones, ropa interior...", asegura Marian.
La tienda está para hacer una inversión en renovarla: "Habría que pintar y renovar pero no me compensa. No me voy a meter a gastar aquí para dejarlo en breve", afirma Marian Ahechu.
"Hay muchas mercerías de Pamplona que han cerrado. Las antiguas, todas, y modernas también porque no da el negocio". También hay un anuncio de arreglo de cremalleras: "Antes lo hacía mi madre. Ahora viene un técnico de máquinas de coser que recoge algunas ropas", concluye Marian Ahechu.
