La vendedora de la ONCE, Esmeralda López Suescun, ha vivido este viernes 28 de noviembre su último día en el Mercado del Ensanche de Pamplona después de 15 años saludando, vendiendo y repartiendo sonrisas entre los clientes. Su jubilación será oficial el 11 de diciembre, justo el día en el que cumplirá 65 años, una coincidencia que, como reconoce entre risas, “se me junta todo”.
Esmeralda ha contado que estos días está “muy emocionada” porque está recibiendo muchísimo cariño. Confiesa que se ha sentido dividida entre “un poco de pena” y una profunda alegría por las muestras de afecto. “Muy contenta de haber estado aquí con todos”, apunta mientras admite que la emoción la tiene a flor de piel.
Natural de Larraga, recuerda que llegó a Pamplona con solo 13 años y que, aunque lleva toda una vida en la ciudad, “me siento de mi pueblo”. Es viuda desde hace 22 años y cita con cariño a su marido, Roberto Pérez Torralba. Cuenta que tiene un hijo de 36 años, Lartaun Pérez López, y que toda su familia ha celebrado esta jubilación tan especial: “Han venido también a desearme una buena jubilación”, comenta con una sonrisa.
Lleva viviendo en Ansoáin desde que llegó a Pamplona y trabajó durante muchos años en un supermercado del Monasterio Viejo de San Pedro. Cuando aquel comercio cerró, se animó a presentar una solicitud a la ONCE gracias a una prima suya: “Me cogieron”, recuerda, y desde entonces comenzó una etapa que hoy termina.
Durante los últimos quince años, Esmeralda ha compaginado las mañanas en el Mercado del Ensanche con las tardes en Burlada. El balance, asegura sin dudarlo, ha sido “muy bueno, muy positivo”. Reconoce que se ha sorprendido por la respuesta de la gente: “Veo que la gente me quiere un montón y yo a ellos también, pero tampoco pensaba esta respuesta”. Ese cariño, confiesa, la ha hecho emocionarse varias veces en los últimos días.
La venta sigue funcionando muy bien y eso también la tranquiliza. Deja el puesto en manos de una nueva vendedora, Izaskun, que empezará este lunes 1 de diciembre. “Es una chica muy maja”, afirma, deseando que su sucesora disfrute tanto como ella. Le hace incluso un guiño promocional: “Les digo a los clientes que sigan comprando lotería aquí y así le hago promoción a Izaskun”.
Esmeralda reconoce que echará de menos el trato diario y las conversaciones rápidas entre cupones: abrazos, regalos inesperados y frases como “te vamos a echar mucho de menos” han sido la banda sonora de sus últimas horas tras el mostrador. Ella lo agradece y admite que también echará de menos a los clientes porque “la gente es muy maja”.
Con la jubilación a la vuelta de la esquina, tiene una lista de planes que piensa exprimir “mientras me siga el cuerpo”, dice divertida. Quiere dedicar tiempo al voluntariado con personas y animales, viajar —“porque no he podido antes”—, bailar, que le encanta, y volver más a menudo a su pueblo.
Sus compañeros del mercado también la han despedido con mucho cariño. Según cuenta, le han dicho que han estado “muy a gusto”, que les alegra verla comenzar esta etapa nueva y que esperan que disfrute todo lo que pueda. Para ella, ese buen ambiente ha sido clave: “He estado muy contenta y eso es lo que más importa”, recalca.
La presidenta de la asociación de comerciantes del Mercado del Segundo Ensanche, Marimar Beroiz, reconoce que a todos les va a costar acostumbrarse a no verla cada mañana: “Lleva 15 años con nosotros. La verdad que alegrándonos todas las mañanas porque viene siempre con una sonrisa y su alegría, que se agradece muchísimo”, comenta.
Le han entregado un ramo de flores como símbolo de todo ese afecto y de la confianza generada con el tiempo. “Es muy cariñosa con todos”, explica Beroiz, que celebra también que la nueva vendedora ya conoce a buena parte del mercado.
El coordinador de la sociedad pública Comiruña, gestora del Mercado del Ensanche, Diego Cantero, destaca que el mercado está “lleno de vida”, especialmente ahora con los preparativos de la campaña de Navidad y el encendido del alumbrado en la ciudad, un ambiente que estos años ha compartido a diario con Esmeralda.