• jueves, 25 de abril de 2024
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COMERCIO LOCAL

Teresa lleva la primera clínica veterinaria sobre ruedas en Navarra: "No me esperaba tanto trabajo"

GureVet empezó a rodar hace un año y ya ha atendido casos en una buena parte de la geografía navarra. 

Teresa Etxarri ha fundadu GureVet la primera clínica veterinaria sobre ruedas. IRANZU LARRASOAÑA
Teresa Etxarri ha fundadu GureVet, la primera clínica veterinaria sobre ruedas. IRANZU LARRASOAÑA

Teresa Etxarri aparca su furgoneta gris. Se baja sonriente y abre la puerta corredera de un lateral. Una luz de hospital y una mesa metálica indican desde un primer momento que no estamos ante un vehículo camperizado al uso. La joven, vecina de Mezquíriz, ha montado la primera clínica veterinaria sobre ruedas de Navarra

"La gente flipa cuando abro la furgoneta", reconoce esta joven veterinaria. De hecho, la frase que más ha escuchado en su primer año sobre ruedas es: "Joe, ya lo tienes bien montado". Y eso porque muchas personas se piensan que es una furgoneta camperizada al uso. "Nadie se espera que detrás de la puerta haya un quirófano".

Sus padres son naturales de Mezquíriz y Valcarlos. Y ella confiesa que siempre ha tirado para el pueblo, aunque estudió en Pamplona. Concretamente, en el colegio Larraona. "Desde que tengo uso de razón he querido ser veterinaria", confiesa. Por eso, estudió esa carrera en Zaragoza. A la vuelta se estableció en Mezquíriz y comenzó a trabajar en la clínica El Sadar de Pamplona. Pero poco después dejó ese trabajo para irse a Mozambique a hacer cooperación veterinaria. Ya a la vuelta, trabajó durante cuatro años en el Hospital Veterinario de Pamplona. Pero algo no cuadraba. 

"Llegaba a casa, en Mezquíriz, y me llamaban de los pueblos de alrededor porque a un perro le pasaba una cosa o a un gato otra", explica. Así las cosas, después hacer su jornada en el Hospital Veterinario de Pamplona, hacía el favor a sus vecinos y atendía estos avisos improvisados. "No cobraba y perdía parte de mi tiempo libre. Me di cuenta de que había una necesidad y me puse a buscar alternativas". 

Teresa Etxarri ha fundadu GureVet la primera clínica veterinaria sobre ruedas. IRANZU LARRASOAÑA
Teresa Etxarri ha fundadu GureVet la primera clínica veterinaria sobre ruedas. IRANZU LARRASOAÑA

Coincidió que, justo cuando se encontraba inmersa en ese proceso de reflexión, le llegó un correo de Gu Pirinioa con información sobre unas subvenciones del Gobierno de Navarra. Etxarri no lo dudó y acudió a una primera sesión para nuevos emprendedores de la zona. "Mi padre me aviso de que un amigo suyo que trabajaba con las ambulancias vendía un vehículo". 

Ahí se conectó todo. ¿Por qué montar la primera clínica veterinaria sobre ruedas? La respuesta parece sencilla. "Los pueblos de mi zona son muy pequeños y la mayoría de los servicios que funcionan son los que vienen con una furgoneta", explica Etxarri. La panadería, la pescadería y, ¿por qué no?, la clínica veterinaria. La joven creyó que emprender su negocio en un local físico le limitaba mucho: "Si los clientes iban a tener que coger el coche, lo mismo se iban ya hasta Pamplona". 

Y asegura que la gente de esos municipios está "superagradecida". De hecho, a ojos de Etxarri, facilita mucho a las personas mayores con perros grandes llevarlos al veterinario. Y también a los propietarios de gatos porque "se estresan en el coche". 

Aunque en un primer momento la intención de Etxarri era compaginar la actividad de GureVet con su trabajo en el Hospital Veterinario de Pamplona y centrar sus servicios en la zona de Mezquíriz, finalmente dejó el hospital en noviembre de 2021 y, desde entonces, se ha dedicado cien por cien a su negocio. "Es mi única fuente de ingresos, así que ahora me da igual de dónde me llamen", asegura. 

De hecho, se ha recorrido con su furgoneta casi toda Navarra. Ha atendido animales en Tafalla, Estella, Améscoas, Baztán, Erro o Roncal. "En la Ribera todavía no, pero no lo descarto", avanza. En este primer año, la acogida ha sido tan buena que confiesa estar un poco saturada: "No me esperaba tanto trabajo". 

En la furgoneta de GureVet hay "todo lo que habría en una clínica normal". El vehículo es un quirófano en el que Etxarri también lleva todo el material necesario para las consultas. "Las paso en el domicilio". Lector de microchips o un ecógrafo. La veterinaria ha tenido que hacer una importante inversión para poner a punto su clínica sobre ruedas. "No hubiese sido posible sin la subvención", asegura Etxarri. Además, este año ha incorporado una máquina de rayos y espera comprar el año que viene otra para las analíticas. 

Atiende a todo tipo de animales, pero sus clientes principales son perros y gatos. Y está disponible para ellos "24/7 en el teléfono móvil". Eso sí, reconoce que en ciertas ocasiones no puede contestar en el momento porque está pasando consulta. Desde agosto y hasta marzo, está en temporada alta de perros de caza. "Todos los fines de semana y festivos tengo cogidas". Y esos, precisamente, son algunos de los casos que más le han marcado en su primer año al frente de GureVet

"No había hecho nunca cirugías de urgencia a perros atacados por jabalíes", reconoce y comenta que le ponen "un punto de nervios. "Son casos durísimos", subraya. Pero se queda con la parte positiva, esa satisfacción de saber que le está salvando la vida al perro. "He tenido ya varios casos en los que, si no se les llega a intervenir en ese momento, no hubiesen salido adelante". 

Teresa Etxarri ha fundadu GureVet la primera clínica veterinaria sobre ruedas. IRANZU LARRASOAÑA
Teresa Etxarri ha fundadu GureVet la primera clínica veterinaria sobre ruedas. IRANZU LARRASOAÑA

"Son casos durísimos", comenta mientras rememora algunos casos. "Por ejemplo, un tórax perforado". Y son especiales porque, precisamente en esas cirugías, Etxarri es más consciente que nunca de que está salvando la vida del animal gracias a su clínica veterinaria sobre ruedas. "Muchos de esos pacientes no habrían salido adelante si no se les llega a intervenir en ese instante concreto", subraya. 

Y ese es uno de los aprendizajes que ha sacado Etxarri este primer año al frente de GureVet. Se ha dado cuenta del papel crucial que juega su clínica sobre ruedas en los casos más críticos en los que cada minuto cuenta. "Uno de los casos que más me ha impactado fue el de una picadura a un Golden Retriever en Roncesvalles", recuerda. 

Aquel día, los propietarios del animal le llamaron cuando la veterinaria se encontraba en Erro: "Estaba muy mal". Por eso, quedó con ellos a mitad de camino, en el cruce de Mezquíriz. El perro llegó muy hinchado: "Le puse inmediatamente medicación intravenosa y la frioterapia". 

Una vez estabilizado, se lo llevaron a ingresar a Pamplona. Etxarri colabora con diferentes clínicas de la capital navarra para los casos que requieren ingreso o un seguimiento especial. En el caso del golden retriever, la veterinaria considera que la rápida intervención cambió mucho el pronóstico: "De hecho, el perro está fenomenal ahora". 

Pero además, esta asistencia inmediata también tranquiliza mucho a los propietarios, que de lo contrario tienen que conducir largos trayectos pendientes del estado de su mascota. "Atendí a una border collie que había tenido una camada. Los cachorros tenían casi un mes y la madre empezó a convulsionar", relata Etxarri. 

Tras una primera valoración, detectó que la perra tenía una hipocalcemia de tanto amamantar a sus hijos: "Le había bajado mucho el calcio", especifica. Pudo parar esas convulsiones y el animal viajó a Pamplona con un gotero, lo que fue muy reconfortante para los propietarios. "Llegó totalmente estabilizada, se le suplementó con calcio y, a día de hoy, está bien". 

"Me vendría bien tener a otra persona trabajando conmigo", reconoce Etxarri, a la que el trajín del día a día le complica gestionar la parte administrativa del negocio. No obstante, asegura que esperará todavía un tiempo para dar ese paso porque todavía no ha alcanzado el volumen de ingresos necesario. "Además, a nivel de logística es complicado", sostiene. 

Eso sí, cuando piensa en un sueño a futuro por cumplir lo tiene claro: "Contratar a más personas y poner muchas furgonetas veterinarias a circular".  

Teresa Etxarri no es la única joven que ha emprendido en Navarra dentro del sector veterinario: Cristina Asenjo abrió la clínica veterinaria Mi Amigo en 2011, en el barrio de la Milagrosa.            


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