La tienda Tela Marinera está a punto de cumplir 40 años de vida en Burlada, bajo la dirección de Lourdes Balda. Es uno de esos comercios de toda la vida que ve muy cerca la jubilación y abre la incógnita de un posible relevo, siempre complicado.
La Tela Marinera está situada en la calle Nogalera número 2 de Burlada. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local en la cuenca de Pamplona.
Como es el caso, por ejemplo, de la carnicería Hermanos Gil, Fermín y Miguel en la calle Mayor 38, o el bar Mar que dirige la colombiana Lilyana Quintero con gran éxito los fines de semana por sus fiestas temáticas.
La dueña de la tienda de tejidos Tela Marinera es Lourdes Balda Echeguía, natural de Pamplona. A los cinco años de edad llegó a Burlada desde Oroquieta (Basaburua Mayor) hasta los actuales 63 años.
Lleva 39 años atendiendo a los clientes, que serán 40 en septiembre: "Me quedan dos años para jubilarme. Por un lado ya tienes ganas porque estas un poco cansada, pero por otro lado me da pena porque me gusta este mundo y estoy a gusto en la tienda", señala.
Su idea sería "traspasar la tienda, que se puede completar con un alquiler para mi jubilación. Mi marido (Joaquín Tainta) está prejubilado desde hace dos años y eso también me motiva a dejarlo". Reconoce que la tienda es casi como un centro social: "No solo estas para vender sino para hacer compañía. Mucha gente necesita pasar un rato y para eso da juego el comercio local. Es bonito".
Conoce a casi todo el pueblo: "Muchos de los que conocía ya no están pero sí es verdad que conozco a muchísima gente. He vivido siempre aquí, he ido al colegio aquí, he tenido a mis hijas y hemos hecho vida en el pueblo", asegura Lourdes.
En cuanto a un posible relevo familiar, explica: "No. Mis hijas han estudiado otras cosas y casi prefiero también. Hay que meter muchas horas. Es un trabajo muy sacrificado, al tiempo que es bonito. Hay que estar casi hasta los sábados y domingos, y sino llevar tarea a casa".
Este trabajo, asegura: "Es como una casa, que nunca terminas. Es vocacional, pero como todo oficio. En Burlada "hay otra tienda de tejidos" y en Pamplona "unas cuatro o cinco". La suya se mantiene: "Voy bien a fuerza de trabajar. Más que un negocio, es un puesto de trabajo y puedes ganarte la vida", explica Lourdes.
Las clientas le dicen "que no me vaya. Por lo general me siento querida. Intento ayudarles y estoy a gusto aquí desde que tenía 24 años y siempre en este mismo local. Antes el ama de casa confeccionaba para toda la familia y ahora es muy distinto".
Lourdes Blanco está especializada "en el traje de casera que te lo haces a tu gusto y es exclusivo, y luego en el vestir de calle, pero esto ha bajado mucho porque hay confección muy barata salvo que tengas mucho capricho en hacerte algo exclusivo", concluye Lourdes Blanco.
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