La tienda café pan y alimentación May de Pamplona se ha convertido en un punto de referencia para sus clientes por su buen café, el pan recién horneado y el cariño con el que reciben a todas las personas del barrio, como si se tratara de un centro social.
La panadería May está situada en la calle Iturralde y Suit 22, esquina con la calle Aralar, en la zona alta del segundo Ensanche de la capital navarra. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local.
Como es el caso, por ejemplo, de la tiendita de Aralar que dirige Nora Esther Rios, o el tercer local de la cafetería Coffing de 220 metros cuadrados en la misma calle Aralar.
El nombre de la panadería se debe a Maitane Esquinas Artola, una pamplonesa de 42 años que con su pareja el peruano Guillermo Wuffarden de 37 años ha tomado la esquina de la calle o el chaflán, como se decía antes, y se ha hecho con el cariño de todos.
Maitane señala: "Dejamos el Ogipan de la calle Aralar después de tres años y al final de la pandemia nos trasladamos a este local más grande. En octubre hemos hecho cuatro años. Tenemos también un poco de paquetería, somos punto oficial con la ONCE y siempre nos abrimos a las expectativas de todo lo que nos ofrezcan".
En cuanto a la tienda, explican: "No nos quejamos. Hay trabajo. Nos va bien, pero como cualquier autónomo nos quejamos de que nos comen los impuestos, los márgenes son muy pequeños, la subida de la luz...".
Lo mejor de la tienda "es que trabajamos mucho con la gente del barrio. Vivimos en el barrio desde hace veinte años. Somos como una familia. Somos un punto de encuentro. Me dicen May guárdame las llaves, guárdame la compra, cuídame a los niños...", indica Maitane.
Viene toda la gente del barrio. Les conocemos a todos. Sabemos lo que quiere cada uno. Vienen todos los días y hay un ambiente bonito. Horneamos nosotros el pan que viene congelado. Es un pan recién hecho. La bollería también la hacemos nosotros, y la paquetería nos hace tener un flujo continuo de gente.
A partir de ahora "llega la temporada de chocolates y bombones. Helados en verano. Trabajamos mucho con el producto local como la miel de Lorca y buscamos cosas diferentes. Hay cosas de primera necesidad como agua, aceite, leche, vino, bebidas, chucherías y algo de comida preparada", señala Maitane.
La tienda es como un pequeño supermercado: "Vendemos de todo, menos fruta y verdura porque hace mucho calor. Vengo a las 5 y media de la mañana para preparar todo y abrir la puerta a las 7 en punto de la mañana hasta el mediodía".
"Abrimos todos los días del año porque tenemos un horno y nos permite hacer el pan. Los sábados, domingos y festivos abrimos un poco más tarde a las 8,30 de la mañana hasta las 14,30 horas". Cierran por las tardes y los domingos trabaja otra empleada.
"Estamos todos los santos días. Llevo seis años sin vacaciones. No sé lo que es estar más de dos o tres días de vacaciones. Los domingos cogemos un poco de fuerza para toda la semana", concluye Maitane Esquinas.
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