El pamplonés Mikel Gastearena García tiene 53 años y dirige una tienda de informática en Pamplona desde hace diez años. No obstante, las dificultades le obligan a colocar un cartel en el escaparate que dice textualmente 'liquidación total por traspaso'.
La tienda de informática Sugandila está situada en la calle Paulino Caballero 47 bajo, en el segundo Ensanche de la capital navarra. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local.
Como es el caso, por ejemplo, del restaurante libanés Sésamo que abrió a comienzos del año 2022, o de la droguería Mary que cumple casi 70 años en la misma calle y que dirige Asunción Garde.
Mikel asegura en sus redes sociales ser "un apasionado de la tecnología que ha tenido la suerte de desarrollar toda su vida profesional trabajando su mayor afición" y aspira "a seguir ganándome la vida ayudando a la gente a aprovechar lo que las nuevas tecnologías pueden ofrecerles".
En contacto con Navarra.com, Mikel señala: "Inicialmente abrí la tienda en Barañáin en 2014 y en 2019 me trasladé a este local. En el mundo de la informática llevo desde 1991 en empresas y esta última temporada en el comercio. En junio cumpliría cinco años en este local".
El motivo del traspaso es el siguiente: "La evolución que sigue el comercio en el área de la tecnología. El traslado de las ventas al mercado online sumado al incremento de los costes de mantener un local pues las cuentas no salen. No compensa".
Afortunadamente, Mikel ha buscado una solución en el mismo sector: "Voy a pasar a trabajar como autónomo para la atención a domicilio porque sí que hay un porcentaje de gente que tiene unos problemas y no sabe dónde de acudir".
"Lo que no te ofrece internet es que cuando tienes un problema no sabes dónde acudir. A ver si de esta forma sacamos la cabeza". Lo que tiene claro es que "el 29 de febrero cierro el local. Voy vendiendo poco a poco. Estoy liquidando a un precio más barato, casi rozando el coste".
La reflexión de Mikel es muy clara: "Si a este negocio le quitas una de las patas al banco, pierde el equilibrio. La gente tiende a ir más a precio y no se puede competir con plataformas que tienen músculo para limitarse a montar la venta por internet y trabajar con unos márgenes diminutos".
Eso genera "que los pequeñitos no pueden competir. En el momento en el que no pueden competir y la gente no valora el servicio, llega un momento en que esto se vuelve entre difícil e imposible", indica el dueño de la tienda.
Su nicho de mercado está en que mantienen los ordenadores: "La gente no renuncia a ellos aunque tengan el móvil de última generación o las tabletas. Poca gente conocerás que no tenga el ordenador porque es más cómodo y confortable que el móvil para hacer ciertas gestiones. No es lo mismo teclear en un móvil que en un ordenador y para personas de cierta edad no es igual.
Sigue vendiendo portátiles hasta el día 29: "Quedan unas pocas unidades. Los cables de conexión, adaptadores varios, tintas, conectores, alguna video cámara, alguna cámara de fotos, pulseras de actividad, restos... ", comenta Mikel Gastearena.
En cuanto a la situación del comercio local en el Ensanche, afirma: "Basta con darse un paseo para ver la cantidad de tiendas que están intentando hacer un traspaso o un cierre por liquidación. No hay relevo y lo difícil que se ha puesto no invita".
La tendencia que observa "es que van a quedar comercios de servicio como la peluquería o la panadería y luego veremos asesorías, abogados... Lo que era el comercio clásico de tiendas va a quedar como algo residual", concluye Mikel Gastearena.
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