Elisa Gorrochategui Roncal, de 35 años, coloca unos dulces en la vitrina de la cafetería mientras recoge el encargo de una clienta. Abrió su obrador y cafetería, Kutixi Repostería Artesanal, el 27 de febrero. Y, en menos de una semana, ya ha tuvo que duplicar la plantilla debido a la gran acogida de los clientes. Vistosas tartas, cupcakes y esponjosos bizcochos. Sin duda, la nueva cafetería del barrio de moda en Pamplona hace la boca agua a los paladares más golosos.
Elisa estudio Periodismo pero, al terminar la carrera, decidió irse a Reino Unido un año para trabajar como au pair. "Tenía claro que quería cursar un máster, pero antes quería vivir esta experiencia durante un año y mejorar el inglés", explica. Y, de alguna manera, esa experiencia en el extranjero le ha traído hasta aquí y le ha impulsado a abrir Kutixi Repostería Artesanal, en el número 22 de la calle Mutilva Alta, en el barrio de Lezkairu.
En la nueva cafetería de Lezkairu, Kutixi Repostería Artesanal, los clientes encuentran una gran variedad de dulces. Por ejemplo, cupcakes o tartas. Además, se pueden pedir por encargo tartas personalizadas. Los productos se pueden consumir en la cafetería del local y también se pueden pedir para llevar.
A esta emprendedora le llama la atención desde pequeña la cocina. Pero fue durante su estancia en Reino Unido cuando empezó a elaborar sus primeras recetas. "Ya en la carrera me había dado por ver algún blog de repostería y probar en casa con alguna receta. Al llegar a Reino Unido me di cuenta de que allí era un mundo que estaba muy desarrollado. No era como la repostería a la que estábamos acostumbrados aquí. Hacían cupcakes y tartas. Me gustó mucho y empecé a probar a hacer cosas nuevas", recuerda.
Pasado ese año, Elisa volvió a España, concretamente a Madrid, para estudiar el máster. Después se quedó trabajando allí durante una temporada. "Seguía haciendo mis recetas en casa. Y cada vez le iba cogiendo más gusto", reconoce. Ya por aquel entonces, empezó a germinar en ella la idea del emprendimiento. "Pensaba en abrir algo, pero tenía trabajo y estaba contenta. No terminaba de decidirme a dar ese paso", constata.
Hace unos años volvió a Pamplona porque encontró trabajo en la capital navarra. Pero ese no iba a ser un camino de rosas. Tan sólo unos meses después sufrió una dura pérdida familiar y dejó ese empleo. "Entonces llegó la pandemia del coronavirus y lo tuve claro. No tenía sentido no hacerlo".
De esta manera, fue en 2020 cuando comenzó a fraguarse lo que hoy es Kutixi Repostería Artesanal. Elisa reconoce que, entre buscar local, las gestiones y demás, ha sido un proceso "muy largo". Un gran esfuerzo que ha hecho durante años y que ahora ve compensado con el cariño que le dan los clientes.
"Aquí estamos", comenta sonriente en el momento en el que se cumple justo una semana desde que abrió la cafetería. Y asegura que no sabe describir cómo se siente porque está experimentando muchas sensaciones. "Esto contenta y nerviosa. Incluso, he vivido momentos de angustia estos primeros días porque veía que no llegaba", especifica.
Y eso porque la acogida de Kutixi Repostería Artesanal ha sido rotunda. "La primera semana no dábamos abasto", insiste Elisa. Cuando abrió las puertas del local de la calle Mutilva, tan sólo trabajaban en él ella y otra persona. Una semana después, la plantilla se ha duplicado y se compone de cuatro personas.
Esta emprendedora ya tenía previsto contratar a más personal cuando levantó la persiana de Kutixi Repostería Artesana, pero más adelante, cuando el negocio fuera cogiendo ritmo. Sin embargo, se ha visto obligada a hacerlo nada más abrir para poder dar salida a todo el trabajo. "El primer día pensaba que iba a vender una tarta", comenta ella todavía sorprendida por la demanda que tienen sus dulces. " Y, al final, me he visto hasta agobiada para sacar el trabajo", comenta.
De hecho, asegura que la gente que entra en su cafetería se va satisfecha. "Tengo muy buen feedback", agradece. En poco más de una semana de rodaje, lo clientes tienen, incluso, productos favoritos. "Los cupcakes de Kinder Bueno vuelan y los brownies de caramelo salado también están gustando mucho", especifica Elisa.
La oferta de Kutixi se centra, sobre todo, en la repostería americana. Por ejemplo, los cupcakes, la tarta Red Velvet o la Carrot Cake. "También preparo bizcochos tradicionales", puntualiza. Otro de los productos que se pueden encontrar en este establecimientos son las tartas de queso. "Además de la clásica, preparo otras más especiales, como la de Nutella o la de mantequilla de cacahuete y Oreo".
Elisa realiza, además, tartas personalizadas por encargo. "He tenido que paralizar unos días los encargos porque no llegaba a todo con la apertura", lamenta. Sin embargo, ya vuelven a estar disponibles. Los clientes pueden elegir la decoración, el sabor del bizcocho o la buttercream. "Los pedidos de las tartas personalizadas tienen que realizarse con un mínimo de una semana de antelación. Para encargar otros productos más sencillos, como las tartas que vendemos en la cafetería, con tres días es suficiente", explica.
Cuando Elisa levantó la persiana de Kutixi Repostería Artesana, pensaba que su público iba a ser mayoritariamente gente joven. Sin embargo, se ha llevado una grata sorpresa al comprobar que el público más mayor también se acerca a la cafetería para probar sus productos. "Están viniendo muchas señoras de entre 60 o 70 años, a las que les están gustando mucho nuestros productos".
Los productos de Kutixi Repostería Artesanal se pueden degustar en la cafetería o pedirlos para llevar. "A las tardes, a partir de las 18 horas, viene mucha gente a la cafetería", asegura Elisa. De hecho, tiene previsto ampliar el horario del local por las tardes y abrir un día más a la semana para dar servicio a todas esas personas. "Como he contratado a más personal ahora puedo hacerlo".
Kutixi Repostería Artesanal acaba de echar a rodar, pero Elisa ya piensa en cómo será el futuro del obrador y la cafetería. "Me gustaría impartir cursos de repostería en algún momento", indica. Y cuenta que algún cliente ya le ha preguntado si hace ese tipo de formaciones. Además, espera empezar a preparar candy bars para bodas y otro tipo de eventos. "Para alguna amiga ya lo he hecho. Queda muy bonito y a los invitados les encanta".
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