Los pueblos de media Navarra esperan con nerviosismo los bocinazos matinales de las furgonetas que llevan el pan y las magdalenas casi hasta la puerta de casa. Algunas localidades ya disponen de panadería pero en las más pequeñas, que son la mayoría, es casi obligatorio salir a las 9 de la mañana a esperar el preciado alimento.
Es el caso de muchas localidades de Tierra Estella, sobre todo en los meses de verano. Hace pocas fechas fue uno de los conductores de la empresa Ega Pan, Pedro Barandalla, el que explicaba a Navarra.com su experiencia de casi 35 años repartiendo el pan en su furgoneta.
Un testimonio que ahora nos lleva hasta la matriz, la empresa Ega Pan, que está situada en Villatuerta, muy cerca de Estella. Con este nombre comercial va a cumplir muy pronto 50 años, aunque funciona desde 1966 formada por un grupo amplio de socios.
El pamplonés Enrique Vega Romero es el actual gerente de Ega Pan desde abril de 2022 tras la jubilación del anterior Iñaki Migueliz: "Inicialmente, la empresa se llamó 'La Unión' con diferentes obradores de la zona y se unificó en Villatuerta desde el 10 de noviembre de 1966", asegura.
"No obstante, desde 1975 se hace una nueva escritura donde la misma empresa se llama 'Ega Pan' con los mismos propietarios, formada por antiguos panaderos de Tierra Estella, y si no están ellos están sus hijos. Es una empresa familiar", afirma el gerente de Ega Pan.
Hacen una distribución en furgoneta por diez rutas que pasan por Amescoa, Acedo, Valdega, Valle de Allín, Riezu, Mendavia, Andosilla, Sartaguda, Peralta, Lerín, Marcilla, Funes, Cirauqui y Puente la Reina, además de Estella. Ahora mismo trabajan 45 empleados, que engloba a panaderos, pasteleros, repartidores y personal de tienda.
Enrique Vega indica que lo que venden, además de pan del día y el pan precocido para hostelería y gourmet, "es la pastelería con magdalenas con y sin chocolate, estrellas, coquitos, palmeras, pan bimbo, bollos de leche, tartas, brazos de gitano, bombas, brevas... que lo hacemos todo nosotros y se distribuye en tiendas y rutas".
La situación económica de Ega Pan es buena: "Estamos contentos. Hemos hecho inversiones importantes como las nuevas placas solares que está dando sus frutos", comenta el gerente de la empresa.
Además, Enrique Vega explica que este año ha habido una ampliación de capital con una serie de inversiones "por encima de los 300.000 euros, sin contar las placas solares", en el departamento de industria" para renovar toda la instalación eléctrica y comprar un horno nuevo.
Asegura que están planificando "lo que va a ser el futuro de Ega Pan a medio plazo, ya que las perspectivas son buenas". Los años de la pandemia también les afectaron bastante "porque todo lo que era restauración se cayó y pasamos un periodo de estrecheces".
No obstante, el gerente de Ega Pan reconoce que el gestor anterior Iñaki Migueliz "hizo una muy buena gestión salvando la papeleta y cuando yo he empezado a tomar decisiones he tenido la suerte de que el viento empieza a ser más a favor".
Lo que más les gusta a los repartidores es el cariño de la gente: "En la ruta de Amescoa hay un señor que todos los días del año les espera y les saca un café. Otro les da verdura o fruta. La gente valora que les lleves el pan a casa y no tengan que desplazarse a varios kilómetros. Es casi una labor social", explica Enrique Vega.
En los meses de verano "la producción se multiplica por tres con los campamentos de verano, las piscinas, casas rurales, los campings de Irache, Acedo, Lerate... Lo notamos y la demanda de pan aumenta de forma considerable".
Para el día de Reyes fabrican un rosco artesano muy demandado de dos tamaños diferentes "con la mejor nata y crema del mercado, mixtos o de trufa, que se hacen a mano a última hora y no es un producto industrial", asegura el gerente de la empresa.
Por último, Enrique Vega nos da la clave para saber si un rosco es artesano o no: "Si uno levanta la rueda de la naranja confitada y ve que está unido al rosco, entonces está hecho a mano y tiene muchas papeletas de ser un rosco de calidad", concluye.
