La tienda Calzaperfect, situada en la calle San Antón, 4, ha vuelto a la actividad tras un breve paréntesis. Cerró en noviembre de 2024 por la jubilación de su anterior propietario, el navarro Fermín Javier Roa, pero ha reabierto con un nuevo dueño que ha decidido mantener intacto el legado del comercio.
Calzaperfect está situada en la calle San Antón número 4, en pleno casco viejo de la capital navarra. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local. Como es el caso, por ejemplo, de la confitería y cerería Donezar que lleva casi 160 años abierta con Joaquín Donezar en la sexta generación, o la tienda de ropa Almacenes Numancia que abrió sus puertas en 1949 y sigue adelante con Inmaculada Martínez y su sobrino Carlos Ollo.
El colombiano Omar Pinzón Rodríguez, de 47 años, tomó el relevo a principios de enero, decidido a dar continuidad a un oficio que, en sus propias palabras, "es esencial para mucha gente". Con una sonrisa y una gran predisposición, ha asumido el reto con ilusión: "Hemos tomado el mando para seguir con la tradición y aquí estamos, para servir a Pamplona y a todos los que lo necesiten", asegura.
Su historia es la de alguien que ha sabido reinventarse. Llegó a Pamplona hace cuatro años, animado por su hermano Fabián, que llevaba seis años en la ciudad. Su trayectoria laboral ha sido variada: "Empecé trabajando en una empresa de limpiezas industriales, pero después quise especializarme. Me fui a Barcelona, hice un intensivo sobre zapatería y calzado y ahora estoy aquí, aplicando todo lo que aprendí".
La respuesta del vecindario ha sido inmediata. "La gente está muy contenta de que la tienda siga abierta. Hay clientes que llevan años confiando en este negocio y lo necesitaban", cuenta. Desde el primer día, las muestras de cariño no han faltado: "Muchas personas me han dado la bienvenida. Lo que más me sorprendió fue una señora que vino con sus niños y me dijo que ya era parte de su familia. Me pareció muy bonito".
En el taller de Calzaperfect, todo sigue como antes: "Tenemos cordones de todos los colores, plantillas de distintos tipos, protectores para la lluvia, limpieza de calzado, costura para arreglar suelas, cambio de tapas y restauración de zapatos". Además, ofrece servicios como cambio de cremalleras en botas y bolsos o ensanchar el calzado con la horma, algo muy solicitado por quienes buscan mayor comodidad.
Pinzón defiende la filosofía de dar una segunda vida al calzado. "La idea es no tirar los zapatos, sino darles un nuevo uso. La gente se siente cómoda con su calzado y, si podemos alargar su vida útil unos años más, mejor".
Con su esposa Beatriz y sus hijas, de 30 y 28 años, el zapatero se ha integrado por completo en la ciudad. "Nos sentimos muy bien en Pamplona. La gente es cariñosa y amable, aquí hay tranquilidad y un buen ambiente".
Pese al cambio de dueño, el nombre de la tienda seguirá siendo el mismo. "Calzaperfect es una marca reconocida. La Coca-Cola siempre ha sido Coca-Cola. Si alguien la compra y le cambia el nombre, pierde su esencia. Aquí ocurre lo mismo, la gente ya conoce la tienda y quiero que siga igual", concluye Omar Pinzón.
