La boutique Montiel es una de las más clásicas de Pamplona. Es una joyería y relojería muy conocida en la ciudad con productos de alta gama. Vendedor autorizado de Patek Philippe desde 1977, una casa de alta relojería de Ginebra, y de la casa italiana Buccellati.
Está situada en la avenida de Carlos III número 50 de la ciudad. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local en la capital navarra.
Como es el caso, por ejemplo, de la frutería Iruña de Rafa López Etayo o del bar Reta que lleva más de cincuenta años en los porches de la Plaza de la Libertad con la dirección de Eugenio Goñi.
La joyería Montiel abrió sus puertas en la calle Mercaderes en 1963 con el matrimonio formado por Gonzalo Fernández Montiel y Dori de Prado al frente. A partir de 1987 la tienda se trasladó a su actual ubicación en el segundo Ensanche y llegó el protagonismo de la segunda generación con cuatro de los hijos de Gonzalo y Dori: Mamen, Gonzalo, Óscar y Miki.
Solo uno de los cinco hijos de Gonzalo y Dori no se ha dedicado a la tienda de joyería. Se trata de Jorge, que tiene un centro de medicina manual y fisioterapia en la avenida Juan Pablo II de Pamplona desde 1992, y fue jefe de los servicios médicos de Osasuna durante quince años.
Mamen, la hermana mayor, ya se ha jubilado y ahora quedan los otros tres hermanos al frente de la joyería: "Cerramos porque no tenemos relevo. Las cosas han cambiando mucho. Lo hemos intentado por todos los medios para darle una continuidad pero si no hay nadie de la familia es muy complicado", señalan Óscar y Miki.
Ahora tenemos un volumen de trabajo "importante". "Habría que incorporar un equipo de varias personas y esto complica mucho las cosas. Nos jubilamos todos. Gonzalo va a cumplir 70. Yo (Óscar) voy a cumplir 66. Nos gusta nuestro trabajo. Es un momento dulce pero creemos que hay que tomar esta decisión sin dar pie a que nos hagamos más mayores y esto caiga en declive. Este es el momento".
Los clientes han reaccionado "con pena, así como gente del barrio que nos dice que este rincón no va a ser lo mismo sin la joyería. En nuestro caso hay emociones contrastadas. Con pena después de tantos años con el sacrificio que hicieron nuestros padres, y por otro lado la ilusión de comenzar otra etapa con la jubilación", indican.
Además, señalan "no cerramos porque no se venda, al contrario. Funciona muy bien. Hemos sido capaces de evolucionar y de adaptarnos a lo que venía. No hay duda que el negocio sigue cambiando con las nuevas tecnologías".
Otro problema que comentan es la relación con las marcas de relojería con las que trabajan: "Los lazos que tenemos con muchas casas de relojería es complicado que se mantengan con personas que se incorporen de fuera de la familia. Sería complicado".
"Desde chavalicos hemos mamado esto. Veníamos a recoger o a ordenar las cosas bajo la mirada de nuestros padres. Lo vas sintiendo como tuyo. A nuestros hijos no les hemos forzado que sigan con la joyería. Han estudiado y trabajan en sus cosas", concluyen.
La joyería Montiel ha publicado el siguiente mensaje en sus redes sociales: "Con mucha pena os comunicamos el cierre de nuestra joyería el 31 de enero de 2025. Al no tener relevo generacional, nos vemos obligados a decir adiós".
"Gracias por habernos acompañado durante estos 60 años, en los que hemos compartido con vosotros nuestra pasión por el diseño, la calidad y la exclusividad".
"Estaremos encantados de recibiros en nuestra casa hasta el último día. Será una oportunidad para agradeceros vuestra confianza y fidelidad, que han hecho de Montiel lo que es hoy. Hasta siempre,
Familia Montiel".
