SUCESOS
Detenidos por tener trabajadores "rozando la esclavitud" en una explotación ganadera
Trabajaban más de 18 horas diarias, de lunes a domingo, por 600 euros, vivían entre insectos y dormían en camas con pulgas.
Trabajaban más de 18 horas diarias, de lunes a domingo, por 600 euros, vivían entre insectos y dormían en camas con pulgas.
Agentes de la Policía Nacional en colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, han detenido a un matrimonio, ambos de 61 años y sin antecedentes policiales, como presuntos autores un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de amenazas por tener empleados en una explotación ganadera en un pueblo de Valladolid a tres ciudadanos extranjeros que trabajaban de lunes a domingo "en condiciones abusivas que rozaban la esclavitud".
Según los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno, la Policía Nacional inició la investigación a mediados del pasado mes de febrero fruto de la colaboración con la Tesorería General de la Seguridad Social, ya que se detectaron a tres trabajadores de una explotación ganadera "en situación administrativa irregular y bajo unas condiciones abusivas que rozaban la semiesclavitud", además de que vivían en una casa "insalubre, sin agua caliente ni calefacción, conviviendo con insectos y durmiendo en camas llenas de pulgas".
Las víctimas realizaban jornadas "maratonianas" de más de 18 horas diarias, de lunes a domingo, sin derecho a descansos ni vacaciones por un salario de unos 600 euros al mes.
Los presuntos explotadores son un matrimonio afincado en una pequeña localidad vallisoletana, a en el límite provincial con Zamora, y el marido es el titular de la explotación ganadera y era la esposa quien controlaba diariamente a los trabajadores, impartiéendoles órdenes y abonando los salarios.
La "contratación" de trabajadores irregulares y las condiciones de explotación a las que eran sometidos, constituía un procedimiento habitual de esta pareja, quienes con anterioridad habían sido sancionados hasta en tres ocasiones desde el año 2012 por la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, por contratación de extranjeros sin autorización para trabajar y sin estar dados de alta en la Seguridad Social.
Las víctimas eran ciudadanos extranjeros irregulares, sin domicilio ni estudios y carecen de personas de confianza en España y con cargas familiares en sus países de origen, lo que les llevaba a aceptar cualquier circunstancia laboral que les ofrecieran, pese a poner en riesgo su propia salud física y mental, según los datos facilitados por la Subdelegación.
La operación 'LAMB' ha sido realizada por la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras en colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.