El banquillo navarro ya ha visto a tres inquilinos en el regreso a la Liga Santander: Martín Monreañ, Joaquín Caparrós y Petar Vasiljevic.
El regreso de Osasuna a la máxima categoría se ha convertido en una crisis deportiva que se ha agudizado conforme pasaban los meses de competición.
El ascenso a la la Liga Santander en la campaña 2015-16, casi de sopetón y por sorpresa en el play off llevó a la euforia, pero la toma de contacto con la Liga Santander ha dejado en evidencia las limitaciones del equipo navarro.
Martín Monreal tomó el mando del banquillo tras el ascenso. Hubo once fichajes con los que se esperaba competir y salvar la categoría, pero la realidad ha sido otra muy diferente. El equipo ha rendido a un nivel mucho más bajo de lo esperado y no ha dado ninguna alegría hasta bien entrada la competición.
El mayor problema han sido los partidos del Sadar, donde Martín no ha sido capaz de sumar ninguna victoria. Los primeros tres puntos se lograron en la octava jornada ante el Eibar en Ipurúa (2-3),
Tras la derrota ante el Alavés en Pamplona (0-1) el 5 de noviembre llegó la destitución de Martín Monreal, con el equipo penúltimo con siete puntos (una victoria y cuatro empates).
El 8 de noviembre llegó Joaquín Caparrós con su ayudante Luci Martín. El revulsivo esperado no fue tal. Cinco partidos de liga y cinco derrotas seguidas con mala imagen fuera de casa ante rivales como Leganés, Sporting y Deportivo, y en El Sadar ante At. Madrid y Barcelona.
El único logro de Caparrós ha sido eliminar al Granada en la Copa del Rey, pero el equipo se ha colocado como colista con siete puntos y está a cinco de la permanencia. La dolorosa derrota ante el Eibar en la Copa (0-3) decidió la destitución.
Ahora llega Petar Vasiljevic al banquillo, hasta hoy director deportivo del club, y junto a Martín Monreal responsable de confeccionar la plantilla de jugadores. Toma el mando hasta el final de la temporada con el objetivo de reanimar a un equipo hundido.
